Como tantos antioqueños y cordobeses, las dos regiones donde había transcurrido la vida política y personal de Álvaro Uribe, que entraron a su gobierno en Agosto del 2002, el médico Julio Cesar Aldana llegó al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos el 13 de Agosto de 2002.
Proveniente de una familia ganadera de Sahagún, Córdoba, esa fue la ruta de acercamiento con el ex Presidente Uribe, con quien ha mantenido siempre mucha cercanía. La política la tiene en la sangre por la vena materna, la familia Bula. Aldana con estudios de medicina en la Universidad del Norte, trabajó como radiólogo durante ocho años en las clínicas Bautista y de Colsanitas en Barranquilla, sin perder nunca su vinculación con su región donde la política florece en todos los rincones.
Con el respaldo del Uribismo, su hermano Juan Carlos Aldana intentó llegar a la gobernación de Córdoba en las elecciones del 2003 pero se hundió. Después de una inversión grande en una costosa campaña, para muchos las deudas las logró equilibrar con un contrato de obras públicas que le firmó el entonces Ministro Andrés Uriel, para la construcción de la via Tolu- Puerto del hierro, la misma donde murió en un accidente automovilístico el cantante vallenato Martín Elías. El anticipo que recibió de $ 10 mil millones es objeto de litigio porque la obra nunca se concluyó.
Los Aldana, igual que los Bula de Sahagún e igual que muchísimos en el departamento de Córdoba donde el Ex Presidente tiene raíces de vieja data, entre otras razones por estar allí su entrañable finca El Ubérrimo, apoyaron la campaña presidencial de Primero Colombia que llevó a Uribe a la Presidencia. La compensación se vio pronto y Julio César Aldana fue nombrado en la primera tanda de funcionarios del orden nacional en agosto del 2002. Llegó a la dirección del Invima empoderado, con la misión de rescatar la institución que estaba camino a la desaparición tras el intento en el gobierno de Andrés Pastrana de reducirla a una dependencia del Ministerio de salud. Y la fortaleció.
Después de siete años en la entidad, el gobierno le tendió la mano y fue nombrado cónsul en Boston, sin perder la conexión con el movimiento político al que le debe todo. Participó de la creación del Centro Democrático y desde el 2017 formó parte junto a 26 personas más, de la lista única de la sociedad civil de la dirección nacional del Centro Democrático. Volvió a jugar duro en la campaña presidencial de Duque en la Costa Atlántica, un trabajo político que le reconocido nuevamente con su regreso a la dirección de una institución que conocía bien y con un poder de gran impacto en el sector salud, como agencia regulatoria de medicamentos, dispositivos médicos, alimentos, cosméticos y productos de higiene doméstica en Colombia, y se encarga de garantizar la seguridad, eficacia y calidad de estos productos. Ningún medicamento, ni suplementos vitamínicos, ni dispositivos médicos y reactivos de diagnósticos puede ser vendido en el país sin la autorización sanitaria del Invima.
La pandemia golpeo a Aldana en lo personal, pero también lo puso a jugar en un rol mayor. En el pico del año pasado que golpeó con fuerza a Córdoba, perdió a su hermana Gloria, cuando en julio terminó internada en la UCI de Montería donde no pudo recuperarse. Pero profesionalmente lo ha obligado a crecerse, en medio de la expectativa por la llegada de las vacunas al país, pero también de la aprobación de los ventiladores mecánicos desarrollados por InnspiraMED, Unisabana Herons, Ion Heat, que se encuentran en la Fase Clínica I y constituirían un apoyo clave para los pacientes graves en las UCIs en su combate contra la neumonía que produce el Covid.
Luego de un trabajo articulado con la empresa Pfizer, el Invima otorgó a principios de enero, mediante Resolución, la primera Autorización Sanitaria de Uso de Emergencia – ASUE a su vacuna contra COVID. Por lo tanto, esta es la única vacuna que por ahora puede ser comprada y utilizada en el país, tanto por el gobierno como por cualquier privado, eso sí mediante fórmula médica. “Cualquier privado, y especialmente las compañías que tienen la autorización bajo la figura de uso de emergencia, puede ingresar al país la vacuna y esa vacuna ser utilizada por un privado”, ha dicho Aldana, quien como director del Invima, anunció que probablemente las vacunas de los laboratorios Sinovac, Janssen y AstraZeneca ingresarán rápidamente al país.
Igualmente, a Aldana ha tenido en sus manos la autorización de las pruebas de ensayos clínicos en Colombia de vacunas contra el Covid, como la desarrollada por Janssen (Johnson&Johnson) a mediados del año pasado, la alemana Curevac (enero) y la australiana Clover (febrero). Del Invima también dependerá la aprobación de estudios y posterior autorización de medicamentos para el tratamiento del virus, que no va a desaparecer y estará como amenaza latente.