En noviembre de 2019 Alejandra Borrero estaba destrozada. Su relación con la administradora de empresas Katrin Nyfeler, con quien además fundó su más importante proyecto teatral que llamaron Casa E, después de 11 años de matrimonio llegó a su fin. La misma actriz confesó la tristeza que tenía al contar la noticia.
Meses después, aún sin recuperarse del todo, sin papeles importantes en la televisión y en medio del pandémico 2020 que arrasó con negocios y vidas a su paso, otro golpe durísimo le cayó encima como un baldado de agua fría: Casa E, empresa que había levantado en Chapinero como proyecto de vida y que la fortaleció para salir de la tusa, tuvo que cerrar y ser vendida al mejor postor. Volvió a sentirse sola y derrotada. Lloró días enteros.
Las terapias y charlas con su amiga la doctora Elizabeth Bateman, una médico cirujano que se dedicó a la medicina bioenergética, china, tibetana y homeopática, y que se convirtió en guía espiritual desde la relajación y las sensaciones, la ayudaron a soportar de una mejor manera los dolorosos episodios que la acompañaban.
Alejandra encontró en Elizabeth la paz y tranquilidad que buscaba. La presencia de la doctora en su vida se fue convirtiendo en su alimento. Se enamoró como hacía mucho tiempo se había enamorado. El amor correspondido alumbró el camino de la actriz, quien, con una gran sonrisa, como hacía mucho no se le veía, contó a finales del 2020 que el amor en su corazón empezaba a crecer de nuevo.
Elizabeth y Alejandra aunque compartieron mucho tiempo como amigas y como paciente-doctora, poco lo han podido hacer como pareja. La guía espiritual y médica, entre otros, de artistas y modelos como Juliana Galvis, Catalina Aristizábal, Martha Isabel Bolaños y la misma Alejandra, adquirió el Covid-19 a mediados del mes de diciembre, días después de que la actriz confirmara su noviazgo con la médica. Otro golpe para la actriz muy recordada con papeles como Lucía en Café con aroma de mujer.
La enfermedad le llegó a la doctora con fuerza y en pocos días la tumbó a una cama de cuidados intensivos. Elizabeth está muy grave y desde su propia cuenta de Instagram, manejada por su hermano Juan Carlos, se piden oraciones por su recuperación.
Luego de ser internada en la clínica, Alejandra publicó en su cuenta de Instagram una foto suya junto a Elizabeth, cada una alzando una vela encendida acompañada de un mensaje corto pero contundente: La luz sigue encendida. Este nuevo golpe lo lleva una de las actrices más queridas por los colombianos con un doloroso silencio.
