Desde que se conoció la noticia de la muerte de Phil Spector, los medios no han dejado de recordar los grandes éxitos del productor musical, mientras presentan a Lana Clarkson solo como una calamidad en su vida. Es algo así como el genio de la música y esa actriz de serie B que por desgracia fue asesinada por el Spector. Por desgracia no para la actriz, sino para el músico, pues terminó su carrera por lo que algunos medios llaman una manifestación de su lado oscuro, que, al parecer, los medios están dispuestos a invisibilidad para que no empañe el éxito del artista.
Pasará lo mismo con otros feminicidas, me pregunto. Es decir, todos los días lastimosamente estamos enfrentados a hechos semejantes, hombres que maltratan o asesinan a sus compañeras, novias, exnovias o esposas, y en la mayoría de los casos los medios que nos informan repudian públicamente los hechos. Pero cuando el agresor en una persona famosa las cosas no se tratan de la misma manera. Pensemos por ejemplo en el caso de Diomedes Díaz, quien estuvo involucrado en la muerte de Doris Adriana Niño, y en cada aniversario de la muerte del cantante vallenato aparece Doris Adriana como un triste episodio en la vida del cantante, como si solo hubiera sido la desconocida que le arruinó la carrera del ídolo vallenato, pero que definitivamente no pudo eclipsar su gran talento.
Tal vez es hora ya de cambiar la forma en que informamos sobre la muerte de estos famosos feminicidas. Debemos aprender a ser más sensibles frente a las víctimas, incluso en estos casos, pues al parecer solo nos indignamos cuando el agresor es un desconocido. Pensemos por un momento en los casos de violencia contra la mujer que más repudio nos han causado. Preguntémonos cómo se habría construido la noticia si estos hechos hubieran sido realizados por hombres famosos. Por ejemplo, si a Ángela del Pilar Ferro no la hubiera atacado con un hacha un desconocido, como hasta ese momento lo era Miguel Camilo Parra, sino un famoso escultor o un reconocido deportista. Entonces tal vez la terrible agresión que sufrió esta mujer habría sido presentada solo como un terrible momento de ira y oscuridad típica de los hombres famosos.
