A veces, cuando su hija Claudia Tobón regresaba de Europa para cuidarlo y llevarlo a hacerse sus diálisis, Rodolfo Aicardi escuchaba en la radio la canción Colegiala que compuso en 1968 y se largaba a llorar. La enfermedad lo consumía por completo y entre murmullos llorosos le decía a Claudia “ya no puedo cantar”. Cuando uno de los monstruos más grandes que ha dado la música decembrina murió en Medellín a los 61 años había logrado lo que muy pocos cantantes colombianos, a excepción de Shakira y Juanes, ser un éxito absoluto en Europa.
Según el D.J Armando Plata Camacho, lo que consiguió Aicardi con canciones como Sufrir, logrando entrar por primera vez a listas tan importantes como la Billboard superando en su momento incluso a Michael Jackson, era una hazaña que en el país se vio completamente subestimado porque la música de Aicardi no representaba a las élites. Ni hablar de lo que logró con su mayor hit, la canción Colegiala, uno de los himnos más importantes de diciembre.
Era 1968 y Aicardi tenía sólo 24 años. Acababa de reemplazar en el grupo Los Graduados a su líder natural, Gustavo “el loco” Quintero. Con Adonay arrasaron cualquier vestigio de competencia. Este hombre nacido como tantos otros músicos en Magangué Bolívar, quien vivió en ese pueblo hasta los 15 años cuando se trasladó a la que sería su segunda casa, Medellín, tenía una capacidad de trabajo insuperable. Vivía en un estudio de grabación y por eso podía crear dos álbumes de estudio al año. Si, fue un hombre de más de un hit, pero nada se parece a lo que vivió con Colegiala.
Si, ya Aicardi había conseguido una pequeña fortuna con Cariñito, ese super tema de diciembre pero nadie estaba preparado para esta canción escrita en 1977 por el peruano Walter León Aguilar y que fue grabada por Aicardi cuando estaba con su grupo Rodolfo y su típica RA7 en 1982. Fue un boom, una bomba de proporciones atómicas que arrancó siendo el jingle de un comercial de Nescafé que empezó a emitirse en Ecuador. De una manera que nadie puede explicar el éxito saltó a Europa y en España, Francia e Italia permaneció semanas como número Uno de las listas. Incluso Aicardi fue homenajeado en el Olimpia de París el teatro más emblemático del mundo. Lo invitaron porque había recibido el Primer Lugar en los Premios de la Industria Europea en París.
Colegiala ha sido versionada por grandes grupos del mundo como los Gipsy Kings en Francia, Fausto Papetti en Italia, además de aparecer como banda sonora en varias películas. El éxito nunca cambió a Aicardi quien vivió una vida desmesurada que se traduce en los 17 hijos que tuvo. Su problema de diabetes unida al descuido familiar aceleraron su retiro debido a los padecimientos renales que le empezaron a traer esas complicaciones. Aunque tuvo 17 hijos sólo dos estuvieron pendiente de él, al menos así lo han hecho saber en varias versiones de prensa. Claudia Tobón fue una de ellas y muchas veces tuvo que viajar desde Panamá donde vivía hasta Medellín para acompañarlo a hacerse las diálisis con las que tenía que vivir. “Hubo un problema familiar, yo al principio no creía, pero él nos dejó una grabación a nosotros, contando todo lo que padeció y sufrió en su enfermedad”. Afirmó Tobón en su momento.
Incluso se maneja una versión de que Aicardi dejó, poco antes de morir, una grabación en donde denunciaba el maltrato familiar y una parte de sus hijos la llevaría a la Fiscalía. ¿Quiénes fueron los que convirtieron los últimos años de vida del fiestero mayor en un horrible infierno?
