Jamás, entre el polvo, la voz le flaquea
cuando es tocado del divino ejemplo.
Todo se hace viña, racimo todo,
maduro en su Austro sensible.
—Rainer Maria Rilke (1).
Esta celebración remonta el pensamiento a la figura mítica de Orfeo y su manifestación del arte, tañía la lira que fue creada por Hermes, y su proceso de gestación deja ese mensaje simbólico en el mito de la lira como elemento que persuade y guía. La lira es uno de los atributos del dios Apolo.
Hablemos entonces de Orfeo, hijo de Apolo, quien estuvo en la expedición de los Argonautas, animando a los remeros con su música para que no se cansaran, evitando el miedo a las tempestades y preservando sus oídos del canto de las sirenas, venciéndolas con su música.
Hay otro pasaje relevante en el mito de Orfeo y es cuando enfrentó la muerte de Eurídice, su esposa, entonces bajó al inframundo para hablar con los dioses y pedir la salvación de su amada, en todo el trayecto no dejó de tocar la lira logrando prodigios en los condenados y actuando como mediador con los dioses infernales, por ejemplo intervino con el castigo de Sísifo y la salvación de Eurídice que era su meta final, la única condición que pusieron en el inframundo para devolverle al ser amado fue que no volviera la vista atrás hasta llegar a la superficie, y el final se lo dejo al lector.
Pues bien, este relato de la mitología habla del canto, a la par que muestra la ejecución de un instrumento musical, que puede muy bien conjugarse con la fiesta que celebramos el Día Nacional del Tango, nacida de la idea de Ben Molar, quien acogió el 11 de diciembre por la fecha en la que nacieron Carlos Gardel y Julio de Caro, aunque en distintos años y con diferente carácter, así el primero enseñó a cantar el tango y el segundo lo llevó a los atriles.
En la figura de Gardel, también mítica, están “el primer tango canción”, la interpretación de La Cumparsita el tango de los tangos también con versos de Pascual Contursi, la presencia de la nostalgia en los versos entonados con letras del regreso y la llegada de algo nuevo, un tango cantado que llegó después del baile del tango.
En la persona de Julio de Caro están el violín y la música escrita, por lo que se conoce su famosa frase “el tango también es música” y la fuerza y amor por el tango que estableció una ruptura familiar, pues su padre quería músicos sinfónicos. Con este personaje se caracteriza una época del tango en el plano instrumental, “la decareana”.
Toda la comunidad tanguera cabe en esta fiesta, investigadores y escritores con rigor académico, músicos, cantantes, bailarines que lo interpretan con fervor, academias encargadas de enseñar el baile con la dedicación que amerita este ritmo, y son bien importantes en esta historia las emisoras culturales que lo difunden.
Es imposible en una crónica dedicada al Día Nacional del tango no mencionar la esquina de Corrientes y Esmeralda que inspiró a Ben Molar para esta fiesta, pues dijo que estuvo cuidándola durante un año, bautizada por Celedonio Flores como “la esquina del tango”, y fue precisamente un día en que el empresario pasó por allí camino de la casa de Julio de Caro a celebrar su cumpleaños cuando asoció esta fecha con la de Gardel.
Para enriquecer este homenaje dejo unas estrofas de Corrientes y Esmeralda, tango con letra de Celedonio Flores y música de Francisco Pracánico.
..Esquina porteña, este milonguero
te ofrece su afecto más hondo y cordial.
Cuando con la vida esté cero a cero
te prometo el verso más rante y canero
para hacer el tango que te haga inmortal.
Te glosa en poemas Carlos de la Púa
y el pobre Contursi fue tu amigo fiel...
En tu esquina rea, cualquier cacatúa
sueña con la pinta de Carlos Gardel.
Despido la inolvidable voz del Zorzal Criollo y la lira del violinista Julio de Caro, con versos del Soneto a Orfeo del bardo checo Rainer María Rilke quien escribió en lengua alemana y es reconocido como el hombre que amplió los límites de la expresión lírica.
Pues en verdad cantar es un hálito distinto.
Un hálito por nada. Un soplo en el dios. Un viento (2).
***
(1) De Sonetos a Orfeo de Rainer María Rilke
(2) Idem.
