VIDEO: La pelada de cobre de la semana. El «extremo centro» no solo es una contradicción en los términos, sino una profunda cobardía. Es ratificarse como marioneta. Como aquel que contemplando el horror dice en seguida que «estaba mirando para el otro lado». Es entregarse de lleno a la solapadez, a ese huir de la realidad que exige asumir posiciones concretas.
No es cambiarse del bando de Trump, después de haberle hecho campaña, ahora que el mundo pareciera contener un poco su retrotopía. Porque lo que le correspondería a un gobierno tan mediocre y cobarde, como el actual, si tuviera un ápice de dignidad, sería retirarse, ceder la plaza.