El alarmante panorama del coronavirus en China comenzó a calmarse. Las distintas provincias lograron, poco a poco, bajar los números de casos confirmados. A mediados de marzo se dejaron de usar los hospitales de cabina móvil en Wuhan; los más de 42.000 profesionales que llegaron a ayudar a la región fueron retirados gradualmente de Hubei. Los ánimos de júbilo y alegría se manifestaron a través de distintas conmemoraciones en las diferentes regiones del gigante asiático para que nunca más hayan de volver por el mismo camino.