Roy Barreras, el senador Tómbola, sigue haciendo acrobacias: empezó de independiente; pasó a las toldas galanistas; se alió con los conservadores; pactó con Vargas Lleras; fue incondicional de Álvaro Uribe a quien traicionó por irse con Santos; y hoy milita en la extrema izquierda. Como dice la canción de “Cuchara de palo”:
Hoy el mundo da otra vuelta
Pero no me a desperta'o
Hoy me levante gira'o
Hoy me levante de vuelta
De capa caída
Peleo con la vida
Hoy no estoy pa' nadie
Hoy estoy de vuelta
De vuelta de todo
De vuelta de nada
De vuelta y vuelta
Tan (viejito) y de vuelta
En estos días el senador Tómbola está promoviendo un referendo revocatorio al que acompaña con promesas de una serie de reformas como es la universidad gratuita. El excelente columnista, Thierry Ways, en su columna de El Tiempo del jueves pasado, describe con precisión el acto de oportunismo del senador Tómbola, herido en su corazón porque Duque no le permitió seguir ordeñando lo que Barreras consideraba su ubre personal, la Escuela Superior de Administración Pública, ESAP. Para Ways: “Que el senador Barreras cambie de partido no tiene nada de particular. Ya ha cambiado varias veces de carril, ocupando siempre el más propicio para adelantar. De hecho, el partido al que pertenecía hasta hace unos días, el de la U, más que un movimiento ideológico, es una señal de tránsito. En la costa Caribe les decimos así a los ‘retornos’ en las carreteras: ‘una U’. Y al acto de retornar, ‘hacer la U’ o ‘hacer una vuelta en U’. El senador Barreras, quien también es ciudadano estadounidense, seguro lo entiende, pues allá también dicen así: ‘U-turn’. ¿Y habrá algo que represente mejor al senador y su expartido que esa maniobra vial que consiste en cambiar súbitamente de dirección? Allí todos han andado en un sentido y se han devuelto y se han vuelto a devolver desde que lo fundaron, cuando la U era la U de Uribe, que después se convirtió en la U de la ‘Unidad Nacional’ de Santos. No ha habido en la historia del país un movimiento político mejor llamado que el Partido de la (vuelta en) U.”
Barreras engatusa cuando habla de universidad gratuita porque no existe una “universidad gratuita”: al contrario, entre mejor sea la universidad, tiene un costo más alto. Y tiene un costo más alto porque una buena universidad por definición debe tener buenos profesores a los que hay que pagarles bien. Las buenas universidades tambien deben tener excelentes instalaciones y tecnologías para cada una de las carreras que ofrezcan, lo que tiene un costo alto. En lo que el senador Tómbola se cuida, es de explicar que esa educación, que por definición es costosa, quien termina pagándola somos los contribuyentes: el estado es nada más que un intermediario ya que somos nosotros quienes subvencionamos la tal “universidad gratuita”, subvención que termina siendo en muchos casos inequitativa y discriminatoria ya que parte de la población puede sufragar total o parcialmente estos gastos. Lo que sí debiera existir es una política de admisiones que no tenga en cuenta las capacidades económicas del aplicante. Ahí es donde los contribuyentes, a través del Estado, debemos apoyar a los más necesitados a sacar adelante las carreras que necesita la sociedad. ¡Basta ya de estudiantes mediocres y eternos!
Finalmente se debe decir que la propuesta de revocar el mandato del presidente Duque del senador Tómbola es estúpida. Faltando escasos 21 meses para que termine, pretender el acróbata cambiar la Constitución es tan pueril como inútil.
