Adrián y Sebastián han vivido una vida confortable y segura en la ciudad de Nueva York durante los últimos años, pero cuando Sebastián afronta problemas con su situación migratoria, Adrián deberá enfrentarse a un difícil dilema: o regresar a su hogar en Colombia, donde deberá revelar a sus padres su homosexualidad, o arriesgarse a perder a su amor para siempre. Ambos amantes comienzan a sentir que no hay un lugar para ser felices y mientras su relación se desmorona y descubren nuevas facetas acerca de ellos mismos.
David y Francisco Salazar, quienes son hermanos y además directores de Nowhere hablan de esta, una de las mayores revelaciones del cine independiente del año. ¡No dejen de vivirla en los cines del país!
¿De dónde nació la idea de la historia de Nowhere?
David Salazar: Nowhere empezó cuando The Next Page, otra película que estuvimos desarrollando desde el 2012 hasta el 2014, no se pudo realizar. Nos encontramos muy confundidos en ese momento. Habíamos puesto tanta energía en esa película, que se trataba de un niño con cáncer y la lucha que él y su papá tienen que aguantar en el hospital. Teníamos un equipo y estábamos en proceso de buscar actores para completar el financiamiento, pero llegó un momento en el que nos dimos cuenta que no encontraríamos los recursos necesarios para hacer la película.
Entonces Francisco y yo empezamos a considerar escribir otro guion. Nos habíamos rehusado a tomar este paso antes por lealtad al otro proyecto. Y pensamos que, si empezábamos otro, perderíamos el entusiasmo por The Next Page. Pero cuando empezamos a buscar ideas, duramos casi dos años. Llegamos a un punto donde dividimos nuestros esfuerzos. Francisco se puso a escribir una historia y yo otra. Mi foco fue en temas de inmigración e identidad latina en los Estados Unidos. Luego Francisco y yo nos dimos cuenta que nuestras ideas podían conjugarse para crear algo más complejo. De ahí consideramos una historia de amor de inmigrantes colombianos viviendo en Nueva York.
Francisco Salazar: Como dice mi hermano, yo estaba escribiendo un guion LGBT y él estaba escribiendo una historia de inmigrantes. Ninguna estaba funcionando y decidimos combinarlas y esto fue el resultado de un año de escribir.
¿Hay aspectos biográficos en la película?
David Salazar: Por mi parte diría que incluí algunos detalles de una relación previa que tuve en cuenta a la relación de los dos chicos y la realización que los dos quieren diferentes cosas de la vida. Pero hay muchos detalles en cuanto al tema de inmigración que se basó mucho en las vidas de compañeros de la universidad. Es más, muchos de los problemas que tienen Adrián y Sebastián se basaron en la historia de un amigo colombiano que estaba buscando la manera de quedarse en Nueva York, pero ultimadamente le tocó regresar a Bogotá.
Francisco Salazar: Las películas de nosotros siempre tienen cosas muy personales y definitivamente esta película tiene partes de la vida personal mía y la de mi hermano, como también hay cosas que tomamos de conversaciones que tuvimos con nuestros amigos. Es una mezcla.
Nowhere (en ninguna parte) significa que no estamos en ninguna parte si estamos separados de nuestro amor, o significa acaso que en cualquier lugar es nuestro hogar, entre tanto estemos con quien amamos?
Francisco Salazar: Es esa pregunta que siempre nos hacemos. ¿A dónde pertenecemos? Sin dar mucho de la película, los dos personajes quieren vivir su vida sin que nadie les diga cómo hacerlo, pero tienen que vivir restringidos porque el uno no ha salido del closet y el otro fue rechazado. Uno quiere vivir en Estados Unidos para no salir del closet y el otro prefiere su vida en Colombia y no vivir con miedo. Y se hacen la pregunta, en donde podemos vivir felices sin ningún prejuicio. ¿En dónde nos quieren como somos?
¿Cuáles son las principales películas en las cuales ustedes se basaron e inspiraron para hacer Nowhere?
David Salazar: No creo que hayamos tenido una película con la cual nos basamos. Yo sé que se habló mucho de los primeros planos de Blue is the Warmest Color y se habló mucho de las películas de los hermanos Dardenne. También vimos una escena de Victoria de Sebastian Schippers para los bares. Pero mucho de la película fue basada en las historias personales de nosotros y en conversaciones con amigos inmigrantes.
¿Cómo es dirigir una película entre hermanos?
David Salazar: Los dos tenemos la ventaja de haber trabajado juntos por mucho tiempo, no solo como directores de cine, sino también como músicos. En gran parte creo que ahí empieza nuestra habilidad de comunicarnos bien. Cuando uno toca en un cuarteto o dúo, siempre tiene que estar atento a los movimientos, fraseos, inspiraciones de los otros músicos. Entonces uno desarrolla una sensibilidad para escuchar y sentir a los colegas de una manera muy íntima. Añade que somos hermanos y tenemos una habilidad de entendernos muy fuerte.
Francisco y yo casi siempre concordamos en nuestras ideas para la película y cuando no es así, sabemos cómo conversar y encontrar el punto medio. También ayuda que estas conversaciones las estamos teniendo mientras que escribimos, siento que es en ese momento de escritura que estamos aprendiendo a dirigir cada película.
Francisco Salazar: Toca tener comunicación, pero como mi hermano dijo, nosotros hemos trabajado por muchos años juntos, primero en la música y ahora en el cine. Siempre tenemos conversaciones antes de entrar al rodaje y casi siempre mi hermano y yo estamos en la misma onda. Además, vemos las mismas películas para preparar y también discutimos los guiones a fondo. Nunca es perfecto, pero hemos desarrollado una forma de comunicarnos.
Cada uno, recomiende por favor 5 películas LGBTI que nadie se debería de perder.
David Salazar: Mis preferidas probablemente no van a ser una sorpresa porque son películas muy destacadas. Adoro Portrait of a Lady on Fire. Cuando la vi, quedé completamente abrumado y terminé caminando por dos horas sin parar de pensar en la película. Y las otras que adoró son Call Me by Your Name, Brokeback Mountain, Carol, Blue is the Warmest Color y Moonlight. Esas son seis y te podría recomendar muchas más.
Francisco Salazar: Todas las que dijo mi hermano más Weekend de Andrew Haigh, Fin del Siglo de Lucio Castro, God's Own Country de Francis Lee, A Single Man de Tom Ford, y BPM de Robin Campillo y por supuesto La Ley del Deseo de Pedro Almodóvar.
¿Pronto realizarán una nueva película juntos? ¿Qué hay en el horizonte?
David Salazar: Estamos escribiendo varios guiones en este momento. Uno para dirigir en Colombia y otros que se pueden realizar en Estados Unidos o quizás hasta en Colombia. Todos los guiones son de diferentes géneros con temas bastante diversos.
¿Cómo se vive ser latinos en Nueva York y ser realizadores de cine? ¿Se podría pensar que afuera, y gracias a la globalización los prejuicios se rompen, o es aún una barrera por superar?
Francisco Salazar: Los latinos en los Estados Unidos todavía no tienen la representación por la cual se está peleando. No hay suficientes películas latinas y los actores tampoco tienen tantas oportunidades. Todavía hay muchas barreras que romper y somos nosotros los jóvenes que lo podemos hacer. Lo único es que necesitamos más fondos latinos para hacer nuestros proyectos.
David Salazar: El problema más grande con este país es el concepto del latino como una cultura monolítica. Nos ven a los colombianos, argentinos, mexicanos, salvadoreños, cubanos, puertorriqueños, venezolanos como la misma cultura. Asumen que vemos el mundo de la misma manera. Que todos comemos la misma comida. Escuchamos la misma música y que todos llegamos a los Estados Unidos de la misma manera. Entonces por eso se ven las mismas historias saliendo de Hollywood. Espero que en los próximos años podamos ver un cine latinoamericano que representa las culturas diversas del mundo latino.