Plaza de Bolívar Armenia. Performance: ¡No nos maten más! “Son muchas sillas, ¿no? No eran para que nos sentáramos nosotros ni nosotras, son las sillas de las 236 personas que han sido asesinadas durante este proceso". Ese fue el sentido homenaje con el que nos recibió”.
El día 30 de octubre, 2020, en la ciudad de Armenia, un grupo de organizaciones de paz y derechos Humanos, con el apoyo de la junta directiva del Sindicato Único de Trabajadores de la educación Quindío (Suteq), recibimos con los brazos abiertos a la delegación de los peregrinantes de la paz y la vida provenientes del Valle y del Cauca.
Desde distintos rincones de la geografía nacional, la peregrinación por la paz y la vida viene exigiéndole al gobierno nacional que les respeten la vida. “¡Por favor, no nos maten más!”, ese fue el llamado que realizaron los 120 excombatientes del extinto movimiento guerrillero Farc a su paso por la Plaza de Bolívar de Armenia en la tarde del pasado viernes.
“En nuestro peregrinar por la vida y por la paz reflexionamos sobre la paz y el impacto del conflicto en la región. Reiteramos nuestro compromiso y extendemos nuestra solicitud de perdón a las víctimas. Por paz para la no repetición. Por paz como único camino”, decían.
En su peregrinaje camino a Bogotá —donde esperaban exigirle al gobierno nacional el respeto de los acuerdos de paz de La Habana y la defensa del derecho a la vida— participaron de un acto simbólico organizado por el Comité Solidaridad por la Paz y Vida, Capítulo Quindío.
Después de la firma del acuerdo —hace 4 años—, han sido asesinados 236 firmantes del acuerdo de paz, entre hombres y mujeres, y por esa razón quisimos poner 236 sillas vacías con una cinta negra y una cruz morada en medio, como un sencillo homenaje, un performance por la vida, para acompañar el peregrinaje, ya que creemos que es preferible una bandera blanca solitaria tendida en la cumbre de la paz, que mil banderas blancas tendidas sobre los féretros de hombres y mujeres que le apostaron a la reconciliación y que hoy están indefensos.
Es necesario hallar el verdadero camino de la paz, más allá de las diferencias de carácter ideológico, político o religioso. No queremos repetir lo que pasó con el magnicidio de la Unión Patriótica que, luego de la firma del acuerdo entre el gobierno de Belisario Betancur y las Farc, de 1985 a 1995 fueron asesinados 5.000 dirigentes. Así mismo, recordamos que también se clama por el respeto de las vidas de las personas que están trabajando por la defensa de los derechos humanos en el país. Es muy grave que por un lado estemos hablando de 236 firmantes asesinados y desafortunadamente, por el otro, ya superamos la cifra de 1.000 líderes sociales y, en lo corrido de 2020, van 62 masacres. Cifras que hablan por sí solas y dimensionan la situación en que nos encontramos.
No puede ser que en Colombia cada vez que se intenta lograr un acuerdo de paz, en lugar de superar el conflicto, este se agudice. Por su parte, Albeiro Castaño, uno de los firmantes y que clamó por el derecho a la vida en la jornada simbólica de la plaza Bolívar, manifestó que la única manera de superar el conflicto es que el gobierno nacional respete lo pactado.
Desarmados y vestidos de blanco, 2.000 excombatientes que le apuestan a la paz aun a riesgo de su vida entraron a Bogotá este domingo 1º de noviembre para reclamarle al gobierno el cumplimiento de los acuerdos. En solidaridad, a ellos se han sumado en el transcurso de los días organizaciones sociales y políticas de todo el país. Además, cuenta con el apoyo de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas en Colombia.