Con Pablo Escobar se calcula que Colombia exportaba 200 toneladas anuales de cocaína. Tras 50 años de guerra contra el narcotráfico, ¡hoy son 1200! Producimos el 90% de la cocaína del mundo.
“La guerra contra el narcotráfico se está perdiendo”, dijo Gabriel Jaime Vallejo, el congresista del Centro Democrático, en #SinceramenteConOrlandoParra hace pocas semanas. Señalaba que el peor conflicto que tenemos es el narcotráfico, que sin solucionar ese tema jamás vamos a tener paz y hacía un llamado a que como nación y como sociedad, independientemente de los polos, lo solucionáramos.
Solo la coca que produce Nariño equivale a 472.000 quinientos millones de pesos al año (lasillavacia.com), pero resulta que hay más regiones que suman 200.000 hectáreas de hojas de coca. Por eso en el Pacífico, la Amazonía, el Catatumbo, la Orinoquía, el Bajo Cauca, los Montes de María, etcétera, no manda el Estado de derecho, allá lo que rige es la ley del gatillo que corrompe todo: autoridades, justicia, fuerza pública... y eso que hay 43.000 presos en nuestras cárceles por narcotráfico.
Colombia tiene 250.000 consumidores, de los cuales menos del 10% es adicto (el resto lo usa como los licores y similares: de manera “recreativa”). La adquieren ilegalmente (su consumo es legal, pues la Corte Constitucional dictaminó que hace parte del libre desarrollo de la personalidad). lo cual expone los consumidores a las “ollas” donde obtienen cocaína degradada, antihigiénica, mezclada.
Parte de estos datos son de otro congresista, pero esta vez de la Alianza Verde, el senador Iván Marulanda, quien también estuvo en #Sinceramente. Esta guerra que “se está perdiendo” nos vale cada año 4 billones en política de erradicación, que curiosamente con glifosato ya vale 8.6 millones (¿el glifosato es el negocio, socio?). Ante todo este desastre, ¿qué hacer?, ¿hay salida?
Al igual que hace casi 100 años se aceptó que frente al consumo del alcohol era mejor controlarlo que combatirlo, y reconociendo que tanto el alcohol como el tabaco son muchas veces peor en sus efectos que los psicoactivos, en 15 estados de los EE. UU. la marihuana ha sido legalizada en su producción, distribución y consumo, también lo ha hecho Canadá, Portugal, Uruguay, entre otros.
Así pues, 22 congresistas de diversos partidos han acogido y propuesto la idea de Marulanda madurada por años:
*Quitar toda la materia prima a los narcotraficantes, ¿cómo?, comprando toda la hoja de coca que se produce (curiosamente vale poco más de la mitad de lo que hoy nos vale su “erradicación”: 2.6 billones).
*Usar toda esa hoja de coca para desarrollar industrias artesanales, ancestrales, alimentos, medicinas, cosméticos (al estilo Bolivia y Perú).
*Con parte de ella el estado produciría cocaína (al estilo Canadá con variables de opiáceos). La manejaría bajo un programa de salud, con seguimiento médico, edad límite, etcétera, para los consumidores colombianos.
*La hoja de coca que sobra se usaría como abono o se destruiría. Es decir, el Estado monopolizaría la distribución y el consumo de la hoja de coca y cocaína.
Nunca había oído una propuesta seria para salir de este lío, ¿o hay otra que no sea la misma?
