El siguiente es un fragmento de una completa investigación sobre una bodega de perfiles falsos en la costa —publicada en el medio La cola de rata— que habría interferido en las elecciones presidenciales de 2018 y habría atacado a periodistas, medios, cortes y JEP; además de elogiar a los entonces candidatos Elsa Noguera y Jaime Pumarejo.
Las cuentas falsas tenían las mismas características en Twitter: una fotografía de perfil y otra, de la misma persona, distorsionada, como portada. Sus nombres estaban compuestos por un solo apellido. En la descripción decían ser médicos, abogados, profesores, arquitectos, ingenieros de sistemas, licenciados, músicos, administradores de empresas, consultores externos, psicólogos, agentes de viajes, modelos, estilistas, licenciados en matemáticas y bailarines. Había de todo. Las cuentas que no tenían profesión en su biografía, como las que registraban con los nombres de Luis Andrade (@Luisandrad78), Grecia Abello (@AbelloGrecia) y Karime Salas (@Karimesalas10), simplemente, acompañaban su descripción con frases de este calibre: “Hasta de los momentos malos puedes sacar conclusiones positivas”. “Dando gracias siempre a Dios, amor por los animales”. “Si la oportunidad no llama, constrúyele una puerta”.
En la mayoría de las cuentas se publicaban temas relacionados con la profesión que supuestamente habían estudiado. Por ejemplo, si estaba en la biografía que era estudiante de fotografía, desde esa cuenta se publicaban, cada cierto tiempo, imágenes de bodas o paisajes; también, si decía ser apasionado por el fútbol, compartía la imagen de un balón o una frase motivacional para la Selección Colombia, como lo hizo la cuenta registrada con el nombre Boris Ocampo (@boris_ocampo): “#SomoslaNuevaRaza Vamos muchacho (sic) que si se puede, ese triunfo es nuestro”. “Ese no es un partido, es un partidazo #ArgentinaVsFrancia”.
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