Hace poco se conoció la "renuncia" de Iván Marulanda al movimiento político Compromiso Ciudadano, según el senador para aspirar a la presidencia por Alianza Verde en el 2022. La dimisión, que no era necesaria si se tiene en cuenta que ese movimiento político (Compromiso Ciudadano) no tiene personería jurídica y que además no avala a Marulanda como senador del país, no sería más que la estrategia de Fajardo para conseguir, como ya lo había hecho en las elecciones del año 2018, el coaval de Alianza Verde a su ya conocida campaña presidencial.
A Iván Marulanda se suma a Camilo Romero, exgobernador del departamento de Nariño, quien también aspira a ser el candidato de la Alianza Verde, pero que como bien sabemos no es cercano a Fajardo; lo que indicaría que, de ganar la consulta mediante la cual se elegirá, el candidato verde estaría muy lejos de llegar a una coalición con Fajardo. Así las cosas, al candidato profesor no le quedaría de otra que mover una de sus fichas, la de uno de sus más cercanos y fieles coequiperos. Iván Marulanda contó con el apoyo para las elecciones del Senado del hoy precandidato presidencial Fajardo y, aunque su votación no fue precisamente la más significativa (26.169), hace parte de los llamados compromisarios dentro de la Alianza Verde, donde también se cuentan Angélica Lozano, Juanita Goebertus, Katherine Miranda, entre otros.
¿Por qué Fajardo no se somete a la consulta? Aunque la Alianza Verde en varias ocasiones ha invitado a Sergio Fajardo para que haga parte de una gran coalición de sectores alternativos, este prefiere no arriesgarse. Él sabe que dentro del mismo partido no tiene las mayorías absolutas. Además, también es consciente de las profundas divisiones que ha generado al interior de la Alianza Verde en todo el país, y que tarde o temprano terminarán por cobrárselo. Por otro lado, su mayor fortaleza, aunque parezca increíble, es su imagen favorable (voto de opinión), la cual no es suficiente para ganar una consulta, donde se necesita tener estructura política, pero que además se presta para que otros sectores políticos puedan meter la mano y manejarla según su conveniencia, lo que podría dejar a Fajardo relegado y sometido al candidato que gane.
Ante este panorama y obviamente con el apoyo al interior de Alianza Verde y de los llamados compromisarios, no le habría quedado más que intentar la “jugadita” con el senador Iván Marulanda. ¿Permitirán los militantes de Alianza Verde que Fajardo se salga nuevamente con la suya?