Tesla, Maloff, Paul Pantone, entre otros, según un documental emitido por History Channel, pueden ubicarse en nichos destacados dentro del "santoral" de idealistas mártires inventores que se enfrentaron a tecnologías, industrias y empresas dominantes, y además se atrevieron hasta proponer la distribución gratuita o a bajo de costo de la energía generada por sus inventos.
Aunque Tesla le ganó a Edison la guerra por aplicar la corriente alterna y no la continua como mecanismo para activar a todos los aparatos eléctricos que inventaron, por su falta de sentido práctico y utilitario terminó pobre, alimentando palomas en un parque y con sus inventos regalados o robados en beneficio de grandes capitalistas como J.P. Morgan.
Edison, más negociante y publicista con sus inventos, recorrió ciudades norteamericanas electrocutando hasta un elefante para mostrar los peligros del uso de la corriente alterna propuesta por Tesla y no de la continua que ofrecía su empresa General Electric; pero al final la experiencia demostró que la corriente alterna de Tesla era la más segura para llevar la electricidad a fábricas, calles y hogares.
En postrimerías del siglo XX, moviendo autos a partir del hidrógeno obtenido del agua corriente usando prácticos y baratos convertidores de combustible, Maloff y Pantone se enfrentaron a grandes pulpos económicos consolidados alrededor del negocio del petróleo y sus derivados, la fabricación de automóviles, maquinaria y electricidad obtenida a partir de fuentes convencionales.
Ante la posibilidad de que sus inventos arruinaran multimillonarias empresas privadas y estatales, estos “giros sin tornillos” fueron perseguidos, bloqueados económicamente, amenazados, desacreditados, llevados a juicio, condenados y con el concurso de médicos y psiquiatras comprados.
Y ya en prisión declarados locos, como le sucedió a Paul Pantone, al que lo empaquetaron en camisa de fuerza y hasta le sacaron los dientes para torturarlo, antes que su hijo, con la ayuda de un senador, lo rescatara de prisión en el Estado de Utah, donde le habían aplicado el siniestro montaje; y como le sucedió a Maloff, asesinado en su casa cuando no aceptó presiones para que abandonara su proyecto de obtener combustible aislando hidrógeno a partir del agua; y a otro de sus colegas, envenenado en un restaurante, mientras esperaba a un supuesto inversionista.
Así como las mafias económicas y políticas usan toda clase de métodos para comprar testigos o matarlos, en la industria y con mayor razón en una tan rentable como la energética, la intriga por obtener y robar diseños y la defensa del statu quo es implacable y se desarrolla utilizando todas las formas de lucha.
Ante los megadesastres ambientales acelerados por el cambio climático como los incontrolables incendios que arrasan miles de hectáreas en California, Europa, Australia y Amazonas, algunos líderes empresariales y políticos, toman conciencia de la urgencia de desarrollar fuentes alternativas y no contaminantes de producción de energía; pero se enfrentan al gran poder económico y político de las multinacionales que se han consolidado a partir de la exploración, extracción y procesamiento del petróleo.
En Estados Unidos gobierna Donald Trump, financiado por los grandes pulpos de la petroquímica, que en técnicas de explotación altamente contaminantes de fuentes de aguas subterráneas, como el fracking, encontraron el método para reactivar pozos abandonados y siguen empecinados en continuar ordeñando el carbón y petróleo altamente generadores de gas carbónico y retrasando la reconversión tecnológica hacia fuentes de energías limpias, como la solar y eólica.
Trump, Bolsonaro y Uribe promueven la explotación intensiva de formas contaminantes de producción de energía y obtener minerales y además propician el arrasamiento de selvas como la Amazonia, el Pacífico y la Orinoquia, para que sus amigos narco-hacendados tengan haciendas de miles de hectáreas para llenarlas de vacas, palma africana, caña de azúcar, soya, etcétera, mientras mantienen prohibido el cultivo y procesamiento de coca porque así les brinda una abollonado colchón financiero para sus negocios legales y bancos que se prestan para lavar “dineros ilegales” con jugosas ganancias.
Solo piensan en aumentar sus riquezas familiares y cuentas bancarias y las futuras generaciones: que se jodan con el aumento de la desigualdad, pobreza y violencia, el cambio climático y el calentamiento global.
En esas estamos y sí reeligen al Calígula evasor de impuestos de Trump, estaremos más cerca del Apocalipsis Now.