La representación femenina en puestos directivos, pese a haber aumentado en los años recientes en las cúpulas de los bancos, sigue sin certificar saltos definitivos al último escalafón ejecutivo. De hecho, el pasado mes de abril, en un foro financiero en EEUU, se cuestionó a los consejeros delegados de Goldman Sachs, Citigroup, JP Morgan Chase, Morgan Stanley, Bank of New York Mellon o State Street si creían que sus sucesores serían mujeres o personas de color y ninguno de ellos se atrevió a levantar la mano. La pregunta la formuló el congresista demócrata de Texas, Al Green. Solo figuran 25 mujeres como directoras ejecutivas de las 500 mayores empresas del planeta, según indica la última actualización del ranking de la revista Fortune.
Estas son las diecinueve mujeres más poderosas de las finanzas del mundo:
Alison Rose, designada como directora ejecutiva de RBS. Se incorporó al banco en 1992. "En los primeros años de mi andadura profesional, como la mayoría de las personas, tenía puesta una venda en los ojos en estas cuestiones. Hacía mi trabajo y no me ocupaba de pensar mucho en lo que me sucedía o acontecía a otras mujeres en la firma. Pero, de repente, caí en la cuenta de que era la única mujer que había en la sala de reuniones". Rose dice no haber sentido el techo de cristal, "porque soy bastante determinada, aunque si me paro a pensar, siento haber derribado algunos muros". Hay una serie de barreras que hay que superar con trabajo y perseverancia, dice.
Ana Patricia Botín, presidenta ejecutiva de Santander. "Después de años de servicio como alta ejecutiva, sé lo suficiente para, de forma equitativa, admitir que las mujeres no recibimos ningún tipo de amenaza profesional", escribe en un post en LinkedIn. "Con frecuencia, escucho la idea de establecer cuotas; nunca he sido partidaria de ellas". Pero "siempre he creído que las mujeres tenemos habilidades intrínsecas para conseguir méritos". Al trabajar ocho años en Nueva York -explica- "me di cuenta de algo relevante: si trabajo y realizo mis tareas profesionales de forma más dura que mis jefes, mis esfuerzos no serán en vano". Ana Botín forma parte de la plantilla del Santander desde 1989 y es la primera ejecutiva desde 2014.
Elieen Murray, co-directora ejecutiva de Bridgewater Associates. Desde 2014, aunque ingresó en la firma de gestión de inversiones fundada por Ray Dalio en 2008. "Empecé a comprender que la gente tenía problemas con el color de la piel y el género cuando entré en la madurez profesional, pero a la vez, siempre he entendido que si encuentras la manera de trabajar dos veces duro, consigues tus propósitos".
Marianne Lake, directora ejecutiva de préstamos al consumo en JP Morgan Chase. Ingresó en la compañía desde 1999 y asumió su cargo en mayo del pasado año.
Thasunda Duckett, directora ejecutiva de banca al consumo de JP Morgan Chase. Afroamericana, ocupa este puesto desde septiembre de 2016 tras entrar en la firma en 2004. "Cuando entro en una oficina o reunión, todo el mundo puede comprobar mi raza y mi género. Pienso que debemos parar con los mensajes apologéticos e intentar restaurar la concordia".
Abigail Johnson, directora ejecutiva de Fidelity. Nombrada en 2014; en la firma desde 1988. "Como empleados necesitamos aceptar que hombres y mujeres operan de diferente forma en sus puestos y deben desarrollar y superar programas de habilidades profesionales diseñados para elevar el potencial laboral y de conocimientos que requieren nuestras funciones y competencias. Pero como mujer tengo que recordar que pongo en práctica actitudes y aptitudes óptimas. La carrera profesional tiene altibajos y es sensato aceptar que las oportunidades cambian, al igual que las maneras de hacer las cosas. Estamos en un mundo en constante innovación. Es la clave para demostrar el temple y la entereza".
Stacey Cunningham. Primera mujer en presidir el NYSE Stock News Hub. Desde mayo de 2018. Ingresó como interina en 1994, abandonó la institución bursátil americana en 2005 y retornó en 2012. "En mi caso, no he logrado el cargo rompiendo el techo de cristal ni barreras de género, sino mediante el esfuerzo, a través de logros profesionales". A su juicio, "no existe sólo un gap de género. Hay diferentes personas con distintas dinámicas. Si tienes un buen equilibrio al hacer tu trabajo, visión de liderazgo y capacidad para dirigir grupos profesionales y focalizas este tipo de esfuerzos en la misma longitud de onda en la que se encuentra tu compañía, las posibilidades de éxito se multiplican".
Jenn Piepszak: CFO en JP Morgan Chase. Desde mayo de 2019 tras iniciar su periplo laboral en este banco de inversión en 1994.
Jennifer Johnsson: presidenta y jefa de operaciones en Franklin Templeton. Desde diciembre de 2016. "Nunca me he considerado una mujer ejecutiva, sino una profesional con funciones ejecutivas. Siempre hay alguien que busca este tipo de comentarios tendenciosos, pero no gasto ni un minuto de mi energía en ello, ni presto atención a la gente que piensa así. Focalizo mis fuerzas en conseguir que mi trabajo esté bien hecho y en tener éxito profesional. Este principio debe regir nuestras carreras, con independencia de si eres hombre o mujer".
Cathy Bessant, responsable de operaciones y tecnología en Bank of America. Desde 2015 tras ingresar en la firma en 1982. "La diversidad de género no es sólo un imperativo cultural, también es una necesidad de desarrollo económico y de negocio. En mis más de treinta años de carrera, he entendido a la perfección que la diversidad es esencial para conectar más directamente con los consumidores. Al final de cada día, la variedad de género siempre gana".
Mary Erdoes, directora ejecutiva en JP Morgan Asset & Wealth Management. Cargo que ocupa desde 2009. Se incorporó a la compañía en 1996. Admitió dudas de su recorrido en el banco cuando, en 2005, fue madre. "Creía que se me ignoraría por ello. No puedo imaginar que alguien diga que es un hombre con dos niños cuando asume una responsabilidad ejecutiva".
Suni Harford, responsable de gestión de activos en UBS. Desde 2017. Fichaje del banco de ese mismo año. "El concepto de conciliación entre el trabajo profesional y la vida personal es un mito. La escala de valores es otra. A un lado, perviven las actitudes laborales y el esfuerzo en tu puesto profesional. Al otro, la intención de renovación personal, tu capacidad de ingresos y las horas que determines tener de ocio o viajes. Este es el equilibrio que hay que perseguir", afirmó en una conferencia del Instituto Alpha sobre Diversidad de Género. "Si las empresas quieren retener el talento femenino tienen que crear un clima acorde a la segunda balanza. Hacer que su trabajo se desarrolle en un clima más acorde. Como en cualquier otra circunstancia, conceder más premios, más oportunidades y más argumentos y razones para que permanezcamos en los puestos que ocupamos y logremos escalar en la estructura empresarial. Igualdad".
Kristi Mitchem, directora ejecutiva y responsable de gestión de activos en Wells Fargo. Funciones que lidera desde 2019. "Si eres una joven en el mundo de las finanzas no ves muchas mujeres en puestos directivos. Necesitamos ser más visibles en puestos de alta responsabilidad para que las jóvenes asuman que es posible. De forma diaria, veo a mujeres con potencial para mejorar el know-how y los conocimientos de las empresas. Hay que buscar guías para persuadirlas y para fomentar el ascenso profesional hasta las cúpulas. Es un comportamiento que debe fortalecerse".
Jane Fraser: directora ejecutiva de Citigroup para América Latina. En el cargo desde 2015. Accedió al banco en 2004. "Cuando asumí mis responsabilidades, me topé con críticas en los medios mexicanos sobre mi condición de mujer y extranjera. Pero abracé el poder de mi feminidad. Dice desear un mayor número de mujeres en los altos cargos del banco. Aunque no es una cuestión exclusiva de género. Debemos atraer talento de distintos países y profesionales de diferentes industrias, buscar en las diversas ramas de la diversidad".
Julia Wellborn, responsable de gestión de patrimonios privados en Wells Fargo. Fichaje de 2019. "Lo más importante es ser capaces de seleccionar adecuadamente a expertos en cada línea de negocio y apoyar su éxito, impulsar la colaboración entre ellos para alcanzar las metas profesionales".
Mellody Hobson, co-directora ejecutiva en Ariel Investment. Desde julio de 2019. "Soy una persona de color y mujer y he tenido que lidiar con la desigualdad, a pesar de haber demostrado mis credenciales profesionales. Pienso que las sociedades mercantiles no deben variar las oportunidades por la condición social, de género o de raza. No debería haber lugar para los privilegios".
Sasha Wiggins, responsable de Recursos Humanos en Barclays. Desde 2018. Ingresó en plantilla del banco británico en 2002. "Las mujeres nos regimos por criterios profesionales y laborales a la hora de encontrar trabajo. Es algo que necesitamos hacer a la hora de tomar decisiones que nos incumben. Y las organizaciones empresariales deben respetar y comprenderlo si pretenden que alcancemos nuestras metas. Me tomo mi periplo en Barclays como un proceso vital. Y creo que, tras siete entrevistas de trabajo y quince años en la firma, saben cuáles son estos principios rectores. Las empresas deben apreciar que las mujeres, sencillamente, trabajamos de manera distinta a los hombres. Ni mejor ni peor. Somos diferentes. Necesitamos tener iniciativas y poder asumir responsabilidades para demostrar esto".
Julie Monaco: directora gerente de Coberturas Globales del Sector Público, Corporativo y de Banca de Inversión en Citi. Desde 2013. "Hay mucha más variedad y complejidad en el tipo de cargos y funciones en el mundo de las finanzas que lo que la gente, en general, pueda imaginar. En el ámbito universitario y en las escuelas de negocio se forman para ser traders o banqueros de inversión. Pero el rango de oportunidades y posiciones directivas en muy flexible y exploran habilidades que están particularmente perfiladas para mujeres jóvenes con ambición y talento".
Adena Friedman, directora ejecutiva en Nasdaq. Desde enero de 2017, tres años después de haber ingresado en la nómina de esta institución bursátil estadounidense. "Veo demasiadas pocas mujeres en los procesos de selección de personal, así que es público y notorio que es complejo y muy duro alcanzar la paridad de género. Se necesitan más mujeres en el ámbito de las finanzas, de la alta tecnología, para lo que resulta esencial ganar ventajas competitivas en el periplo académico. En nuestro caso, el Nasdaq provee la tecnología que conduce al crecimiento económico en todo el mundo y se podría argumentar que los bancos inyectan al sistema el carburante necesario para que los negocios funcionen. Los jóvenes que están con nosotros en Nasdaq son conscientes de que su experiencia profesional les hará marcar las diferencias".