Alfonso Gómez Méndez sabe lo que es lidiar y tener que ponerle límites a unas Fuerzas Militares asediadas por todo tipo de grupos ilegales en un país en conflicto. Lo hizo como procurador, fiscal, ministro del interior y ahora como ciudadano y profesor, reflexiona sobre el tema y conversa con Juan Manuel Ospina desde su casa de Girardot donde esta acuartelado desde que comenzó la pandemia.
Juan Manuel Ospina: ¿Qué se está moviendo detrás de esta crisis de la policía?
Alfonso Gómez Méndez: Creo que acá hay un tema que es el manejo del orden público que apunta a algo que hemos abandonado los colombianos y es que, la razón de ser del Estado Moderno es la seguridad ciudadana; entregamos nuestras libertades a cambio de tener la seguridad de que no me van a matar ni me van a violar. No es el Estado represor sino que es el estado que protege al ciudadano. Pero eso lo hemos abandonado.
Tenemos que manejar la seguridad ciudadana haciéndola compatible con la libertad y la democracia, es la Seguridad en Democracia que supone el abandono del concepto del monopolio de la Fuerza Pública por parte del Estado.
JMO: En qué momento se cambió esta visión.
AGM: Señalaría dos momentos: uno fue en la llamada Violencia, cuando se le pidió a la policía que usara las armas a favor del Estado y luego, y es el tema más dramático, con el paramilitarismo. Recordemos que el MAS –Muerte a Secuestradores-, surge por el secuestro de una de las hermanas de los Ochoa, entonces se hizo carrera la tesis de que con tal de combatir a la guerrilla cualquier cosa vale, inclusive que el Estado se haga a un lado; igual pasó con las Convivir. En un Estado de Derecho no deben haber ciudadanos armado.
Una sociedad que terminó del lado del paramilitarismo. Lo duro era que en batallones como el Várbula se entrenaban los paracos. Y la ciudadanía apoyaba eso. Todo colombiano desarrolló un corazón paramilitar. Cuando Uribe arranca su gobierno y plantea lo que vino a ser Justicia y Paz, él tiene la idea de desmontar el paramilitarismo, y nos cita –yo acababa de ser Fiscal-, en un hotel con el Comisionado de paz Luis Carlos Restrepo que explica lo que busca Uribe. Yo les dije: yo estoy de acuerdo con que no vayan a la cárcel, pero que se conozca la verdad; que el país sepa quienes financiaron el paramilitarismo y quienes desde la Fuerza Pública miraron para otro lado. La respuesta de Restrepo fue, esa verdad no la resiste el país.
JMO: Una sociedad que no sepa soportar la verdad es una sociedad condenada
AGM: Yo defendí el proceso de Paz con las Farc, diciendo que con tal de que conozcamos la verdad todo es válido; que vayan al congreso, quisiera ver que queda de ellos, seis meses después de estar al lado de Roy Barreras y de Armando Benedetti. El problema es la verdad, ojala hablen Mancuso y Jorge 40.
JMO: Ingrid dijo ahora en la Comisión de la Verdad que va a haber verdadera reconciliación cuando podamos abrazarnos los que nos hemos odiado.
AGM: Como dijo la señora que le mataron el marido en Sumapaz cuando un comandante de las FARC la quiso abrazar, “primero dígame qué pasó con mi marido”. Es que es el principio de la confesión católica. Un propósito de enmienda. En eso se ha equivocado la JEP cuando alguien dice me acojo, mando una carta, regresa a su casa y no dice nada. A la JEP se le está acabando el tiempo. Amnistías e indultos hemos tenido siempre. Detrás de cada levantamiento hay amnistía e indulto desde el Siglo XIX, eso lo hemos tenido con Rojas Pinilla, con el Frente Nacional, con Belisario. La amnistía no es suficiente.
JMO: Alfonso volvamos a la policía….
AGM: Uno de los errores que cometimos en el manejo del orden público es no haber delimitado las funciones de la policía y del ejército. La policía es la encargada de la convivencia ciudadana.Y allí vuelvo al tema de la Violencia, cuando la policía coge partido liberal o conservadora, abandonó ese principio y paso siguiente se anexó la policía al Ministerio de Guerra, para que no se inmiscuyera en asuntos políticos. Pero eso ya pasó.
Es necesario superar el fantasma errante de la policía chulavita, delimitar funciones. Es que es una contradicción decir que hay Policia Militar, durante el conflicto armado con las Farc hubo más policías muertos que militares. Por eso es un error de Alvaro Uribe pedir que se saque el ejército a las calles. No olvidemos que Rojas Pinilla empieza a caerse el 8 de julio del 54 cuando mandó soldados recién llegados de Corea para dispararle a los estudiantes que protestaban. Creo que parte de la solución del problema es delimitar las funciones del ejército y la policía.
No se trata de linchar la policía ni empezar a ver un violador de derechos humanos en cada uniformado, por lo demás me precio de ser amigo de la policía y de haber desarrollado durante treinta años unos lazos profundos con la institución.
JMO: De lo que se trata es de ayudar a que la policía recupere su naturaleza que se fue perdiendo por unos hechos de la vida nacional pero que tiene que regresar a su casa civil y no militar
AGM: Lo que hay que hacer es un gran Ministerio de Seguridad que comprenda aduanas, migración Colombia, inteligencia incluso debía haber una policía aeroportuaria, es que da fastidio ver unos particulares requisando a los policías. Es al contrario, es ampliar el papel de la policía.
JMO: Hay que tener además en cuenta que la fuerza policial tiene que enfrentar también el crimen organizado, tiene que tener capacidad para enfrentar secuestradores, extorsionistas, bandidos.
AGM: Es que no se trata de desarmar a la policía como propone la alcaldesa Claudia López. No vamos a desarmar la policía.
JMO: Si, es que hay dos escenarios del accionar de la policía, la de la convivencia, del ciudadano y la de barrio que puede ser de bolillo y la otra para enfrentar al crimen organizado.,Son manejos distintos para problemas distintos.
AGM: Y para ello hay una rama varias ramas de la policía. Es que uno no puede mandar a un policía a que convenza al jefe del ELN a que se entregue, hay ese hay que enfrentarlo militarmente.
