El fotógrafo arhuaco Amado Villafaña está a la altura de los mejores del mundo y dio cátedra a periodistas de diversos países.
Esta semana Villafaña participó en el seminario web Contar y visibilizar el reto ambiental desde las historias de las comunidades indígenas, organizado por la Fundación Gabo, el Grupo ISA y el Pulitzer Center, y su intervención cautivó a muchos de los asistentes desde países no sólo iberoamericanos, sino EEUU, Canadá, Sudáfrica, Indonesia y hasta Tailandia.
“Para nosotros lo más importante es el territorio, porque para nosotros es bien claro que estamos de paso”, dijo Villafaña, quien empezó a hacer fotografía en 2002.
En el seminario virtual, mostró una parte de su documental El buen vivir - Curar con los espíritus, de gran belleza no solo por los picos nevados y paisajes de la Sierra Nevada de Santa Marta, sino por la sagrada relación entre indígenas y territorio que retrata.
“Las montañas representan al hombre; las aguas representan a la mujer; los árboles, al hombre, y la tierra, a la mujer, y para que nosotros estemos bien ellos deben estar bien. Es muy importante que las nieves permanezcan, porque son las que mantienen la estabilidad de los climas y son la garantía de agua”, dijo Villafaña, mientras de fondo se oía a ratos el canto de un gallo.
Uno de los mensajes más poderosos que el fotógrafo arhuaco compartió con la audiencia fue recordar que para las comunidades indígenas la conservación ambiental no es algo pasajero ni una moda, sino una cuestión de principios. “Solamente cuando es de principios, la persona nace, crece, se reproduce y muere respetando la naturaleza”, aclaró.
También explicó que las comunidades indígenas se acercan a la cámara de una forma distinta. “Nos toca como herramienta de protección. Es muy importante que el documentalista indígena tenga en cuenta la forma de narrar, de interpretar las voces de nuestras autoridades espirituales y políticas, que se escuchen, y con subtítulos pueden ser entendibles en otro idioma”, dijo.
Muchas virtudes se podrían destacar sobre el trabajo del fotógrafo arhuaco, pero en este enlace su documental habla por sí mismo y es apenas una muestra de su importante labor audiovisual, como memoria del territorio sagrado de la Sierra Nevada de Santa Marta para el resto del mundo.