Primera Parte: Fragmentos de don Héctor Abad Gómez.
"...Debemos referirnos al fanatismo como una actitud de la mente humana que ha sido perjudicial para la vida del hombre y que ha traído sufrimientos, muertes y guerras..." "...El fanatismo es una manera de ser y reaccionar ante las convicciones de los demás. Es el estar convencido de que uno solo tiene la razón y de que los demás están equivocados. Es el no admitir la posibilidad de cambio en sus propias convicciones. Es el estar dispuesto a defender éstas, sin que importen las consecuencias para sí o para los demás. Es, en resumen, una actitud irracional de la mente humana, formada por la educación que se ha recibido en la infancia y en la juventud..." "... El fanático es el que no admite explicaciones ni oye razones de los demás. Es el que se cierra mentalmente al diálogo y no admite emocionalmente la posibilidad de estar equivocado. Esta actitud, aunque aparentemente firme, revela más bien una inseguridad y un escondido temor de no tener la razón."
Segunda Parte: A los fanáticos.
En esta ocasión quiero designar como fanáticos a los integrantes del sindicato SINTRAHOSPICLÍNICAS del Hospital Universitario del Valle.
A título personal, les expreso que estoy cansado de la constante generación de violencia por parte de algunos, no todos, de sus integrantes. Por favor no más violencia en el hospital, no más gritos sin sentido.
Nadie les dice que callen, al contrario, Hablen, Es innegable la historia avanza sobre la base de fuerzas opuestas.: los conservadores contra los sotenedores de un cambio radical. Hablen, Potesten, pero por favor háganlo sin violencia. Recuerden que Jaime Garzón nos enseñó: “Nadie puede llevar por encima de su corazón a nadie ni hacerle mal en su persona aunque piense y diga diferente”.
Estoy cansado de ver sus carteles que lo único que tienen escrito son insultos para el profesor Rubiano. ¿Por qué no hacen carteles con propuestas? ¿Por qué no generan un espacio para el diálogo? ¿Por qué en vez de mensajes de paz crean violencia?
Puede que dentro de sus definiciones del mundo la violencia sea solo la física, pero entrar a las actividades académicas a gritar es violencia, calificar a una persona como mañosa, mentirosa, ineficiente, anticristo, también lo es.
Recuerden que Colombia es un país lleno de problemas y que la intolerancia es generadora de gran parte de estos, por no decir todos. Por favor, sean tolerantes, no fanáticos. Si van a defender sus intereses, háganlo con argumentos claros y en un tono respetuoso.
El que grita genera estrés a sus espectadores, el grito es la expresión misma de la desesperanza, es un signo agónico de la impotencia del ser humano. Siempre que el señor Hector Fabio Osorio interviene públicamente lo hace con gritos y de manera violenta. La violencia también es auditiva señores, gritar no hace que sus peticiones sean más escuchadas, por el contrario, genera un clima hostil en el que nadie quiere apoyarlos. ¿Quieren un cambio? Generen espacios de diálogo, saluden, quiten esos carteles perjudiciales, hagan del hospital un lugar más amable para los que tenemos que pasar gran parte del día allí.
Piensen el hospital para lo que está hecho, para servirle a la gente, no para que los camilleros se queden conversando en los pasillos mientras en la unidad de trauma hay un paciente con trauma creanoencefálico severo que necesita ser llevado a tomografía y por la demora del camillero termina llevándolo un estudiante.
El hospital no es el lugar del cerrucho, es el lugar de la salud. Fue concebido hace más de doscientos años como un lugar de caridad y ustedes siguen pensando que es para eso, para la caridad. NO! El hospital está para la gente!
Por favor no más violencia, no más gritos, no más insultos. Respeten a la comunidad hospitalaria. Repetense a ustedes mismos, o es que ustedes llenarían las paredes de su casa con pancartas ofensivas cada vez que pelean con su mujer?
SINTRAHOSPICLÍNIICAS en pie de lucha? O más bien SINTRAHOSPICLÍNICAS luchando por la paz. Piénsenlo.
