La decisión está tomada: La ministra del interior Alicia Arango regresa a la embajada de Colombia en Ginebra, ante de la ONU, donde estuvo como representante del presidente Juan Manuel Santos en su segundo gobierno. Lo que no se sabe es cuándo.
La actual embajadora Adriana Mendoza hizo todo para tener que dejar el cargo a pesar de ser una diplomática de carrera con veinte años de experiencia. Llegó hace dos años y que desde que desempacó maletas se desbordó en los gastos de representación de la embajada. Las denuncias evidenciaron actuaciones injustificables desde remodelación de la residencia diplomática y renovación de enseres hasta la adquisición de un carro BMW que puso a su nombre, un gusto por los viáticos que ya se le conocía de los tiempos en que fue viceministra de asuntos multilaterales con la canciller María Ángela Holguín.
Pero algo que pesa sobre su gestión son las quejas de connacionales por su inoperancia a la hora de organizar el regreso al país de
colombianos por la vía de vuelos humanitarios. Su condición de ser funcionaria de carrera le abre nuevas oportunidades pero lo cierto es que la silla de Ginebra quedará vacante para que la ocupe Alicia Arango quien disfrutó de su estancia en Suiza, donde además vive su hermana con quien tiene mucha cercanía familiar.
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