Para nadie es un secreto que las redes sociales son válvulas de escape, donde muchos famosos, líderes de opinión o personas comunes y corrientes pueden opinar de determinados temas; del mismo modo, el mundo de la internet también se ha convertido en foco de polarización, de verdades a medias o fake news. Sin embargo, hay un pequeño porcentaje que con argumentos reales, ponen a pensar a los cibernautas, incluso colocando sus sentimientos contra la pared.
Es el caso de Jorge Cárdenas, actor, cantante y empresario, que se ha convertido en un verdadero foco de opinión política, pues habla de frente y sin tapujos, convirtiéndose en vocero de aquellos que no se atreven a decir lo que él con palabras claras y frescas señala contundentemente; lo cual le ha traído algunos sinsabores de tipo personal, pues como bien él menciona “la gente que no está de acuerdo con lo que uno opina, ataca al mensajero y no el mensaje”.
No obstante, dando rienda suelta a la verdad que hay que contarla, y que adicionalmente estamos en un país democrático, Jorge sigue adelante y afirma “prefiero hablar ahora que puedo, a esperar el día en que el país llegue a donde creo que puede llegar y ya no pueda hablar”, refiriéndose entre otras cosas a que según él, “la izquierda ha sido más inteligente, porque acomodan la historia para que las nuevas generaciones los vean como Robin Hood, aprovechándose de la ingenuidad de la juventud, que los hace ver con admiración a las guerrillas, porque no conocen nuestra "historia”.
Y es que como Jorge Cárdenas hay otros líderes de amores y desamores, dentro de los cuales se destacan algunas periodistas como Vicky Dávila o Salud Hernández, mujeres valientes que aún cuando han sido amenazadas en su integridad, siguen adelante como se dice popularmente “destapando ollas”, haciendo alarde a la frase “la verdad hay que contarla cueste lo que cueste”, infortunadamente a veces a costa de la propia vida, porque los mecanismos de lucha ante algunos es callar al mensajero.
Algunos de los voceros que luchan día a día por contar la verdad son castigados por lectores o seguidores, con latigazos verbales que rayan en el odio, sencillamente porque no comparten sus temas ideológicos y polarizando cada día más el país, "porque todo aquel que piense diferente a mí, se convierte en blanco objetivo de críticas imparables".
Los voceros líderes de masas tienen la obligación de hablar, de realizar un mensaje preciso, de contar su verdad de manera respetuosa y de abrir los ojos a aquellos que parecen robotizados por un discurso que sólo repiten y repiten, como presas de su bella juventud, con la cual se permiten cambiar el mundo desde su imaginario, pero que con el pasar de los años, en la mayoría de los casos terminan dándole la razón a los que vivieron la realidad y que con sabiduría tratan de enseñar y de hacer que no se repita la historia.
Independientemente de que estemos o no de acuerdo con lo que plantea Jorge Cárdenas o con la postura editorial en sus mensajes, él se convierte en el mejor ejemplo para una generación que parece dormida y obtusa frente a una realidad del presente y futuro de nuestra sociedad. Vale la pena unirnos a su llamado urgente donde plantea que es el momento de expresar y no ocultar… sino la historia se encargará de cobrarnos el silencio que no es otra cosa que servir de alcahuetas de manera inocente o soterrada, en donde el país podía caer en el abismo más profundo desde donde nadie podrá rescatarnos.