Presidencia, Ministerio de Justicia y Cancillería quedaron mal posicionados ante el país y el gobierno de Estados Unidos. Por doce años las víctimas de Salvatore Mancuso esperaron con ardua paciencia su extradición y ahora que sentían que por fin conocerían la verdad completa y todos los implicados en aquellos hechos terroríficos ocurrió una de nuestras mayores vergüenzas internacionales; una más a la lista que Iván Duque ha venido dejando para historia.
Y es que tres solicitudes de extradición sin éxito alguno, en un país con una gran experiencia en estos procesos, muestran la negligencia y el poco esfuerzo que han puesto en repatriar al verdugo de más 50.000 personas afectadas por las atrocidades cometidas las AUC. “Se falta a los valores éticos de la organización […] cuando el trabajador o empleado no cumple con el tiempo y la calidad de su trabajo”, decía Jesús Morales León en Ética del Comunicador (p. 87-90). Eso es justo lo que estamos viendo los colombianos luego de que quedara en evidencia el paupérrimo esfuerzo que pusieron los funcionarios encargados de dicha labor.
Lo sucedido es un insulto al sufrimiento de miles de colombianos y una muestra de lo que le importa al gobierno defender a las víctimas. Al fin y al cabo, Colombia parece un Estado sin líder... no en vano, la mayor lucha del presidente parece ser la salvaguarda de Álvaro Uribe Vélez; incluso omitiendo la neutralidad que la misma constitución le obliga a tener por cuenta de la separación de poderes.
Por otro lado, como también señala Morales, “la participación de todas las personas con autoridad será muy importante, pues ellas pueden detectar cualquier detalle que proyecte inconformidad” (p. 87-90), pero qué se puede esperar en este caso si son los mismos líderes quienes han cometido “el error” en las solicitudes de extradición... y lo menciono entre comillas porque desde 2019 la Embajada de los Estados Unidos advirtió al gobierno que el exparamilitar estaba por terminar su condena; de modo que se puede inferir que las solicitudes que llegaron tarde no fueron un simple error humano.
Mancuso aún tiene mucho más que decir, especialmente sobre sus cómplices en los atroces crímenes cometidos. De hecho, de esas declaraciones podrían salir salpicados grandes políticos y empresarios, incluso cercanos al uribismo, lo cual no parece convenirle al gobierno actual y podría ser la razón de tanta negligencia. Sea como sea, como colombiana solo deseo que las víctimas por fin tengan verdad y reparación, y que no se recrudezca la violencia en el país; aunque parece que vamos en ese camino, dadas las masacres que se han venido cometiendo en las últimas semanas.
Posdata. Al terminar esta nota, la cuarta solicitud de extradición no se había enviado, mostrándonos una vez más la falta de ética de este gobierno al mentir sobre que ya la había enviado, cuando lo único que se ha esforzado en hacer es todo lo contrario. Sin embargo, lo que sí se envió el 18 de agosto fue una “solicitud de detención preventiva; con fines de extradición”, esto mientras terminan de traducir y enviar oficialmente la solicitud para traer al país al hombre que escribió uno de los capítulos más negros de nuestra historia (y dado que no lo hizo solo, lo más justo para todos es conocer las partes ocultas de este capítulo).