Christian Tappan nunca olvidará su infancia en México, país donde nació en el 72. Su padre, el reconocido director mexicano Alfredo Tappan, lo llevaba a visitar los estudios de Televisa cuando tan solo era un niño. De aquellos años tiene recuerdos invaluables, como haber visitado las grabaciones de El Chavo con todo el elenco. Así mismo pudo conocer al astro Pelé, quien le regaló un balón de fútbol autografiado. Con gran dolor cuenta que la reliquia duró apenas dos días hasta que lo perdió en un lote abandonado por estar jugando con él. Todas aquellas anécdotas fueron producto de su infancia entre los estudios de Televisa.
Teniendo nueve años llegó a Barranquilla. Allí estudió en el Colegio Bifi La Salle que estaba a solo cuatro calles de su casa. Aquellos primeros años en La Arenosa también fueron memorables. Podía darse el lujo de ir a almorzar a su casa para luego regresar por dos horas y terminar el día escolar. Siendo hijo de una madre bogotana con abuelos santandereanos pasó la primera parte de su adolescencia en el Caribe colombiano. Posteriormente llegaría a Bogotá, en donde daría inicio su carrera como actor. Los dramatizados del SENA en los años ochenta fueron su pase de entrada a la tv colombiana. Ahí trabajó con actores de la talla de Astrid Junguito, quienes fueron sus primeros compañeros de escena.
De ahí en adelante su carrera alternaría entre México, Colombia y Miami. A lo largo de las más de tres décadas que lleva haciendo cine y televisión ha interpretado un centenar de personajes que han calado tanto en el público colombiano como de otros países. Sin embargo, hay dos específicos que a inicios de la década pasada lo cotizaron como uno de los mejores actores del país. El primero fue en La Reina del Sur, junto a la diva mexicana Kate Del Castillo. El segundo, fue Gonzalo Arango, el primo de Pablo Escobar en la serie de Caracol que protagonizó Andrés Parra en 2012. Esta última producción constituyó un hito al punto que todavía se ubica entre las más vistas de Netflix.
La semana pasada Christian Tappan volvió a sorprender a su público. Después de ocho años el actor vuelve a trabajar junto a su colega Andrés Parra, otro monstruo de la actuación, en El Robo del Siglo, producción exclusiva de Netflix que cuenta un suceso que marcó a Valledupar en 1994, cuando un grupo de ladrones ejecutó un minucioso plan para robar la sede del Banco de la República de la capital vallenata. La serie se estrenó el 14 de agosto y consta de tan solo seis capítulos que se pueden ver de una sola sentada. Las críticas hacia la actuación de Tappan han sido excelentes.
Él, por su parte, se mantiene siempre aterrizado con los pies en la tierra. Por fuera de las cámaras es un esposo y padre de familia. Su esposa, Juliana Rodríguez, es también su mánager, la encargada de llevar las riendas de su carrera. Se conocieron hace 17 años y llevan 12 de casados. Marlon Moreno, amigo de Christian, fue padrino del matrimonio pues desde que los vio juntos por primera vez vaticinó que la relación llegaría al altar.
También son padres de Luciana y Lorenzo, a quienes el actor procura mostrarles sus escenas, incluidas las más fuertes, como lo fue su muerte en Escobar. Christian Tappan quiere que sus hijos tengan claro que el trabajo de su padre nada tiene que ver con su realidad. Por su labor como actor debe prestarse para dar vida a infinidad de personajes con historia propia. Cada uno tiene un riguroso proceso de creación. En últimas, los aplausos de su público no son por casualidad.