Las pesebreras de Chambacú, son mucho más que un espacio público invadido por particulares, y que desde hace 50 años hacen uso privado de esa zona ubicada ad portas de la ciudad amurallada sin pagar impuestos y sin retribuirle nada a la ciudad.
Los caballos cocheros que tienen la mala suerte de habitar allí, malviven en un espacio lleno de escombros, excrementos, basuras, casuchas llenas de desplazados y personas sin hogar, todo esto a solo 100 metros de la fastuosa, fantástica, mágica, mega lujosa e hiper cara ciudad amurallada.
No solo es un lugar donde se malvive sin servicio de agua, luz, electricidad ni alcantarillado, también se afectan los manglares, especie protegida que recibe excrementos humanos y equinos y todos los desechos que los habitantes de esta invasión ilegal producen a diario. Es también sede de una porqueriza de cerdos, que salen diariamente hasta la avenida que conecta al centro amurallado con el castillo San Felipe, para comer toda la basura que encuentran a diario y hacer de las suyas.
Esto nos da una idea de la falta de gobierno, autoridad, cumplimiento de las mínimas normas ambientales que padece Cartagena.
A la alcaldía no le importa que ocurran cosas atroces en la ciudad, siempre y cuando el turista (el único importante en este juego) no las observe. Este horror esta ubicado justo detrás de la estación de policía de Chambacú, oculto por árboles a los ojos de los extranjeros y visitantes, pero a veces pasan cosas, a veces los cerdos escapan y entonces todos se enteran que Cartagena es solo una máscara, una mentira mal contada, que afortunadamente, ya nadie cree.
Ver vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=EFQp11xgQSs&feature=autoshare