En su primera intervención tras la restricción de libertad a su esposo, dice Lina Moreno: "Hemos asistido a la construcción de su imagen como instigador y determinador de un aparato criminal, culpable de las peores atrocidades políticas y sociales".
Pues yo le respondo: Pero, doña, entienda a los colombianos. El problema es que durante los casi 14 años que su amado esposo ha manejado (directa o por interpuesta persona) el poder político gastó toda la pólvora en tapar las maniobras que le ayudaron a mantenerse tantos años allí. Sin embargo, con el tiempo, jueces e investigadores independientes de la prensa nacional y extranjera fueron descubriendo las presuntas irregularidades que sustentaban esa falsa imagen. Las pruebas que existen son incontrovertibles y de la veracidad de muchas de estas usted ha de ser testigo de excepción.
¿O usted nunca supo de los extraños visitantes que ingresaban la Casa de Nariño por el sótano? Y le aseguro que esos personajes no "iban a tomar tinto" a ese palacio presidencial. De hecho, viviendo allí, ¿nunca se enteró usted de las reuniones de su esposo con los "negociantes de Odebrecht", a las cuales asistía, sin tener por qué hacerlo, el exministro Arias?
Además, ¿nunca se enteró usted de que existían unas "Madres de Soacha", cuyos hijos fueron asesinados por soldados de un ejército cuyo comandante general era su "impoluto esposo"? ¿Y acaso no conoció usted nada del negocio de sus emprendedores hijitos para comprar unos "terrenitos" que luego, con una resolución del concejo de ese municipio, multiplicaron significativamente su inversión original en el lapso de un par de meses?
Doña Lina, son demasiados delitos y crímenes graves que presuntamente implican a su esposo, lo anterior es solo una pequeña muestra. Sin embargo, muchos de esos señalamientos se mantuvieron silenciados y sus procesos, cuando los hubo, engavetados. Todo para favorecer una falsa imagen impoluta de Varito...
Pero la imagen que ahora ven los colombianos no es algo que se haya construido artificialmente para perjudicar a su esposo, como usted lo sugiere. No, señora. Lo que empezamos a ver los colombianos tras el informe del fiscal de la CSJ es la imagen real del señor Álvaro Uribe Vélez.
Y créame que lo lamento. La humareda que impedía ver lo que él realmente es y ha sido empieza a disiparse. La que empezamos a ver es la real imagen de su amado esposo. Y créame, otra vez, que lo siento solo por usted... pero es que he visto caer a muchos colombianos de bien, muchos amigos entre ellos... solo por atreverse a opinar diferente a Varito o denunciar su personal narcisismo.
Ya era hora de ahuyentar la humareda. Ojalá también logremos apagar el incendio que la ha generado... pero... lo dudo.