Estudiantes de la Universidad del Valle adelantaron un estudio cuya meta es mejorar los procesos de blanqueo de la palma de iraca, materia prima en la elaboración de sombreros de paja toquilla, actividad económica bastante representativa de algunos municipios como Sandoná en Nariño.
Según el estudio, la elaboración de este tipo de artesanías consta de varias etapas, que van desde el cultivo de la materia prima hasta la comercialización del producto, pasando por una etapa crítica, correspondiente al blanqueamiento de la fibra natural, donde se emplea azufre y peróxido de hidrógeno en altas concentraciones.
Es cuando se generan gases de azufre que traen graves consecuencias ambientales, las cuales, sumadas a la exposición continua con el peróxido, afectan la salud de los artesanos y de la comunidad en general. Además, el uso de estos agentes químicos perjudica la calidad del producto final pues, durante el tratamiento, la fibra se maltrata reduciendo la vida útil de la artesanía comercializada.
En Nariño existen aproximadamente doce mil tejedoras, de ellas siete mil están en Sandoná, las cuales elaboran alrededor de trescientas mil unidades al año, por lo tanto, este municipio es un eje del oficio artesanal de la región y el país. Desde la antigüedad la localidad se dedica a la tejeduría de artículos de palma de iraca, actividad que, como se advierte, representa ingresos económicos y construye la identidad de todo un pueblo.
Conclusiones importantes
Entre los aportes del estudio se encuentra que la utilización de químicos alternos como el bisulfito de sosa presenta un mayor desempeño en la etapa de blanqueo. De igual manera, se recomienda utilizar nitrato de sosa y peróxido de hidrógeno, lo cual reduce costos y permite que se cuente con fibras uniformes y rectas que posee una superficie lisa y pulida ofreciendo una apariencia de suavidad.
A ello se suman otros resultados positivos como el hecho de que no se presente ningún tipo de fibrilación externa ni de formación de fibrillas, aspecto que favorece la calidad del material utilizado en el tejido.
“Respecto al análisis de tensión, se asegura, la muestra tratada con bisulfito de sosa es la que obtuvo una mejor resistencia a la tensión; en segundo lugar, se encuentra la muestra tratada con nitrato de sosa y, por último, la muestra proveniente del blanqueo tradicional”.
Se agrega que la fibra tratada con bisulfito de sosa presentó una mejoría notable en reflectancia de rayos UV, absorbiendo un 50% de la radiación UV, mientras que la fibra sin ningún tratamiento o la tratada con el procedimiento tradicional absorben más del 80% de dicha radiación, un punto que es importante para la salud de las personas.
Las estudiantes que adelantaron este estudio son Luisa María Gómez y Marly Alejandra Urbano, bajo la dirección de los ingenieros Nataly Lorena Mena Guerrero y Fiderman Machuca Martínez, trabajo investigativo que se adelantó en la Facultad de Ingeniería y la Escuela de Ingeniería Química de la Universidad del Valle.
Como se observa, es un aporte interesante para los artesanos que trabajan sus productos con tejidos provenientes de la palma de iraca que, sin duda, mejora los procesos de blanqueo de la materia prima e, incluso, repercute en una mayor calidad de las piezas artesanales y en la salud misma de quienes las producen y utilizan.