Desde que empezó el mandato de Iván Duque, en Colombia se ha vivido una sensación general de insatisfacción y decepción con su gobierno, incluso para muchos de los que votaron por él, creyendo que iba a salvarnos del supuesto castrochavismo representado en el otro candidato.
La pandemia ha agudizado el rechazo hacia este gobierno, debido a los decretos expedidos en este estado de emergencia, cuya finalidad ha sido salvaguardar los intereses de los grandes grupos económicos y empresarios del país. Poco se ha hecho por garantizar la soberanía alimentaria de los sectores más vulnerables y esto no ha pasado por alto ante la mirada de la ciudadanía.
Previo a la pandemia, un ambiente de frustración venía creciendo y ahora la situación va en constante ascenso, lo que ha generado las condiciones propicias para desde ya empezar a abrir el debate sobre posibles candidaturas para las elecciones de 2022. Existe una latente voluntad de cambio en la sociedad colombiana, por eso han empezado a sonar nombres de posibles candidatos que reemplazarían al actual mandatario: Gustavo Petro, Sergio Fajardo, Camilo Romero, Federico Gutiérrez y Alex Char son los más escuchados en el momento.
- Gustavo Petro obtuvo en la última elección presidencial la considerable cifra de ocho millones sufragios, una votación histórica que representó la voz del colombiano cansado de este sistema neoliberal, responsable de convertirnos en una de las sociedades más desiguales del mundo y sumido en el atraso. Ahora quiere llegar a la Casa de Nariño en representación de los excluidos de Colombia, acompañado de un conjunto de reformas estructurales para dignificar la vida en este país.
- Sergio Fajardo, conocido por su voto en blanco y experto en desaparecer cuando el país lo necesita. Candidato respaldado por los verdes y el Moir; ya Claudia López está preparando la plataforma para que el profesor sea presidente. Además, no podemos omitir el respaldo del GEA a su candidatura.
- Camilo Romero, en años anteriores precandidato verde y exgobernador de Nariño. Se dio a conocer en todo el país por su oposición a la fumigación con glifosato y se presenta como un candidato joven y alternativo.
- Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín, más conocido como Fico. Se promociona de centro, aunque en realidad es de derecha, y podría ser el candidato oficial del uribismo, es de conocimiento que representa la misma política tradicional.
- Alex Char, exalcalde de Barranquilla 2 veces e hijo del millonario y poderoso político Fuad Chad. Representa a la élite costeña compradora de votos, clientelista, corrupta y una parte del voto de opinión barranquillero, que califica su gestión como la mejor del país por sus obras de infraestructura que dejaron endeudado al distrito.
Acá cabe anotar que el charismo cuenta con una bancada sólida en el Congreso, conformada por más de 10 congresistas; presidente del Senado; gobernación del Atlántico; alcaldía de Barranquilla; otras alcaldías locales y un músculo financiero poderoso (formado por cadenas de supermercado y su propio banco). Se podría dar una eventual alianza de la casa Char y el uribismo de cara a las presidenciales. Alex es un candidato fuerte que puede unir a toda la derecha colombiana.
Es allí donde surge la necesidad de un gran acuerdo programático o consulta para afrontar las elecciones a la presidencia de 2022, los enemigos a derrotar: el establecimiento colombiano, representado en Fico, Char y cualquier otro que pueda aparecer.
Sin embargo, la centroizquierda se ha fracturado un poco por causa a la férrea oposición que le ha hecho Petro a la administración de Claudia López. De hecho, algunos llegan a afirmar que esta le costará al momento de querer hacer alianzas con los verdes. La pregunta es: ¿la postura de Petro ante la alcaldía de Claudia es válida? La respuesta es sí. Gustavo ha sido coherente, desde el principio ha manifestado su rechazo al metro elevado de Peñalosa y la abolición del San Juan de Dios. ¿Es posible no oponerse a un proyecto de metro que está rodeado de corrupción? Si se piensa en combatir la corrupción, no se puede aceptar este proyecto de metro; también querer demoler un hospital en medio de una crisis de salud pública resulta un hecho repudiable desde todo punto de vista.
La oposición de Petro ha sido certera, aun así ahora sabemos que será esencial el apoyo de los verdes para las presidenciales. En consecuencia, es fundamental llamar a la unidad a todos los sectores alternativos de Colombia, y dejar todo ego y rencor si verdaderamente se quiere construir un nuevo modelo de país fundamentado en un pacto histórico que incluya a toda la sociedad colombiana.
En recientes días, Humberto de la Calle habló sobre una coalición de centroizquierda. Petro aceptó esa propuesta y Camilo Romero, de igual forma. Entonces, se requiere ir construyendo un amplio frente democrático alternativo en defensa de la paz, educación, vida, medio ambiente y derechos humanos; este no puede dejar por fuera la anhelada reforma agraria estructural y la reforma a la ley 100, la finalidad de este frente será una Colombia con justicia social.
La ciudadanía ve con esperanza la posibilidad de una unidad de los alternativos para afrontar el duro desafío de la presidencia. Estamos cansados de tanta corrupción y de un Estado que privilegie el interés particular al colectivo; la voluntad de cambio ya está, necesitamos que los políticos alternativos estén a la altura de la situación.
¡Si a la unidad alternativa para el 2022!
Posdata. No hay que limitarse a la presidencia, las elecciones a Congreso juegan un rol importante también. Como ciudadanos debemos apoyar las listas al congreso de los alternativos.
