En reciente foro virtual organizado por el Instituto de Estudios Públicos del Cauca y en declaraciones al noticiero de radio 1040, la exalcaldesa de Padilla y actual directora de Asomunorca (Asociación de Municipios del Norte del Cauca) destacó la importancia de este tipo de entidades, que recomendó extender a todas las regiones del departamento, pues permiten coordinar entre alcaldías, entidades departamentales, nacionales e internacionales, acciones y proyectos de interés local y regional, como el Plan Estratégico de Desarrollo del Norte del Cauca 2015-2032, que apunta a seis líneas estratégicas, y cuyo diseño previo facilitó que el gobierno de Santos, con base al banco de proyectos, asignara recursos cercanos $1.5 billones para ejecutar el contrato plan del norte del Cauca en 13 municipios afiliados a Asomunorca con obras que incluyen: vías, acueductos y alcantarillados locales y regionales, hospitales, centros educativos, proyectos productivos, etc.
Informó que están convirtiéndose en Unidad de Gestión Territorial para tener mayor capacidad de gestión y contribuir al desarrollo sostenible de la región, con proyectos a corto, medio y largo plazo, sin quitarles autonomía a los alcaldes; pero buscando darle continuidad a su ejecución, que en el caso del plan estratégico de desarrollo del norte del Cauca, comprende inversiones por más de 4 billones de pesos, en proceso de ajuste, realizado entre Planeación Nacional, el departamento, los municipios y agencias internacionales de cooperación como la Usaid, del gobierno de los Estados Unidos y la GTZ, del gobierno Alemán.
Miguel Cerón Hurtado, economista y columnista del Nuevo Liberal, afirmó que en el Cauca hay que sacudirse para impulsar desarrollo endógeno y no vivir quejándose, echándole la culpa a los demás y pidiendo limosnas a Bogotá. “Aprovechar experiencias organizativas positivas como las de: Asomunorca, de los indígenas y campesinos del Macizo y Patía”. Destacó que hay leyes centralistas desactualizadas que impiden la autonomía en la gestión del desarrollo en beneficio de las comunidades.
Coincidió con el excongresista Jesús Ignacio García, en que hay que generar liderazgos comunitarios y no unipersonales y de carácter político-partidista, pues generan celos entre dirigentes como senadores y representantes, que entre ellos se boicotean los proyectos, y son insuficientes para darles continuidad. “hay que fortalecer liderazgos, comunales, gremiales, para no dejárselos a los funcionarios de turno, en sus cuatro años de mandato”.
Ante pregunta del exsenador García sobre el papel de los ingenios azucareros en la región, Zapata destacó que son los mayores propietarios y arrendatarios de tierras dedicadas al cultivo de caña, y que para aprovechar beneficios tributarios, sus directivas coordinan con algunos alcaldes, la ejecución de puntuales obras públicas y programas sociales, buscando les descuenten impuestos, aunque Asomunorca, coordina principalmente, con la ANDI-Cauca.
Sobre los efectos de la Ley Paez, en el norte del Cauca, destacó que inicialmente trajo pocos beneficios a los habitantes de la región, pues la mayoría de empleados los traían de Cali, aunque no hay que desconocer que dinamizan la economía de los municipios.
Jesús Ignacio García Valencia, excongresista y exgobernador del Cauca, expresó que hay que aclarar cifras que ubican al Cauca, como departamento industrial, debido al aporte al PIB, que hacen las numerosas industrias instaladas después que se acogieron a los beneficios tributarios de la ley Paez.
Miguel Cerón opinó que en norte se dio economía de enclave, que no se irriga al resto de región, como en La Guajira, con Cerrejón, que les quitó hasta la escasa agua. “En norte del Cauca hay que impulsar otros procesos de desarrollo alternativos”, puntualizó.
Sobre expectativas generadas por el proceso de paz, Noralba Zapata destacó que fueron muchas, pero este gobierno las ha incumplido; y principalmente, han tenido apoyo de Planeación Nacional.
Anunció que se entrevistó con el rector de Univalle y sus colegas de las universidades del Cauca, Javeriana y la Esap para instalar un laboratorio de seguimiento al proceso de paz, pues mientras se recrudece la violencia y asesinato de líderes sociales han incumplido con presencia estatal, inversiones anunciadas y apoyo a programas de sustitución de cultivos.