Tan pronto como llegó al Palacio de Nariño, el presidente Iván Duque nombró al fray José Gabriel como capellán de Presidencia. El barranquillero llegó a suceder, jesuita Alfonso Llano, quien presidía las eucaristías en Presidencia. El mandatario como un católico practicante recurre a él como su soporte espiritual, a quien también pueden acudir el resto del equipo de gobierno. Se conocieron desde la campaña, cuando el sacerdote dominico le abrió las puertas del Colegio Jordán de Sajonia- del que es rector-, en el barrio Rosales, para hablar de sus propuestas.
Pero la fe católica del presidente le trajo un primer tropiezo judicial por encomendar el país a la Virgen de Chiquinquirá, cuando cientos de colombianos no se siente recogidos en esa veneración. Víctor David Aucenón interpuso una tutela para que se protegieran sus derechos de lacidad del Estado, la libertad de culto y el principio de separación entre el Estado y la Religión, que habrían sido afectados por Duque en una publicación en Twitter:
Respetando las libertades religiosas de nuestro país y en clara expresión de mi fe, hoy celebramos los 101 años del reconocimiento a nuestra Virgen de Chiquinquirá como Patrona de Colombia. Todos los días en profunda oración le doy gracias y le pido por nuestro país. pic.twitter.com/jivyaWfBoT
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) July 9, 2020
Aunque el fallo del Tribunal de Cali obliga a Duque a retirar el trino en su cuenta en referencia a la madre de Jesús, por considerar que incentiva a los devotos de la congregación de la virgen y excluye a quienes no lo son, el presidente con su equipo de abogados y la guía espiritual del fray José Gabriel impugnará el fallo que estará ahora en manos de la Corte Constitucional.