Hay una elegante y sobria mansión en el barrio El Vedado, muy cerca del malecón de la capital cubana. En ella, desde hace mucho tiempo, se construye la política exterior de Cuba, reconocida como una de las más eficaces, discreta, inteligente y audaz a nivel internacional. Desde su creación en 1959, la sede del MINREX, como se le conoce dentro y fuera del país al Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, ha visto pasar sólo 6 cancilleres que han puesto el nombre de Cuba en el conocimiento de todos los países del mundo, más allá del estigma que rodea su historia.
Momentos y acciones tan diversas como disímiles son prueba de ello. Por ejemplo, el hecho de relacionarse con hostiles administraciones estadounidenses hasta lograr, en un diálogo discreto y proactivo, el restablecimiento de vínculos a nivel de embajadores; mantener una prolija relación con el Vaticano, expresada en la visita de varios Papas a la isla; tener nexos con la monarquía española materializados en la reciente primera visita de Estado del Rey Felipe VI; perseverar en lazos comerciales, políticos y financieros con Rusia, China e India; ser clave en las negociaciones de paz de Colombia; mediar las tensiones entre China y Corea del Norte, ser la segunda diplomacia Latina más activa en África y Asía, después de Brasil; y ser el primer país hispanohablante con la mayor cantidad de embajadas en el mundo.
La isla cuenta hoy con un trabajo consolidado en diplomacia, avalado por las relaciones que se establecen con cerca de 180 naciones; a lo que se le suma la existencia de 125 embajadas (Colombia tiene 62), 150 oficinas consulares en el exterior y un personal profesional y experimentado en todo el mundo.
A diferencia del gobierno colombiano, la prioridad diplomática de la revolución cubana no fue relacionarse con los desarrollados, sino con los que están en camino a serlo. La cercanía con los sectores obreros oprimidos hizo que buscar la solidaridad con el pueblo fuera un pilar de acción en su comportamiento internacional. Huracanes, desastres naturales, pandemias y conflictos han sido causales para la intervención de Cuba por medio de su musculo médico que lo caracteriza a nivel internacional.
En los últimos meses, al menos 98 misiones humanitarias internacionales (en 72 países) han despegado desde Cuba para luchar contra el COVID-19, movilizando hasta 3 mil de sus médicos a países en África, Europa, Asía, Medio Oriente y América Latina. Todos los gobiernos, tanto nacionales como regionales, pueden solicitar la ayuda humanitaria de Cuba que tiene a disposición siempre, sobretodo en situaciones de crisis. Cabe resaltar que dichas misiones son financiadas por el mismo gobierno cubano quien incurrirá en la logística y costos de desplazamiento de sus equipos médicos, más no el alojamiento y manutención de sus profesionales que participen en estas.
Con la solicitud presentada por el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, al gobierno cubano para asistir la batalla contra el COVID-19 en la capital paisa con médicos de la isla, no será la primera vez que Cuba tiende la mano a Colombia con su personal medico. En la tragedia de Mocoa, en el 2016, Cuba fue el primero en disponer de su ayuda humanitaria. Cabe resaltar que Cuba viene prestando sus medicos en varios países africanos como Angola, Gambia y Senegal, países vecinos como México, Honduras, Haití y República Dominicana, en países europeos como Italia y Andorra, en países asiáticos como Vietnam,China Arabia Saudita, entre otros.