Hablemos de adentro y de afuera: de afuera sabemos que del 13 de junio al 21 de Septiembre el Museo Guggenheim-Bilbao conmemora los 50 años de la muerte de George Braque con una exposición que recorre sus paisajes fauvistas iniciales, su incursión en el cubismo sintético, las canéforas de los años veinte, los paisajes que aparecieron en sus últimos años, entre otros procesos del artista.
Comparte con Picasso y Juan Gris el papel de iniciador del cubismo sintético que significa la vuelta a una realidad más concreta, y abre el espacio para que aparezca el papel periódico, la madera, las pipas, el mimbre tejido, entre otros elementos de la realidad. Sus papeles pegados le imprimieron al cubismo una nueva lectura y un giro en la perspectiva, y las nuevas texturas permiten que se renueve la geometría. Este recorrido artístico, que estuvo enmarcado por las dos guerras, desemboca en nuevas tendencias de la abstracción y la relectura de la naturaleza muerta. Realiza un ejercicio de acoger la realidad y descomponerla en planos superpuestos que se asemeja a una síntesis de sus propios mundos.
Su trabajo dentro del cubismo abarca tres momentos definibles: comienza con superficies yuxtapuestas, tonos cromáticos, composición a base de cubos y planos angulares. Continua con una descomposición de los objetos hasta el punto de hacerlos irreconocibles, esta fase se reconoce como la fase de “cubismo analítico”. Y termina con un proceso más compositivo que es identificado como el “cubismo sintético”.
Pasando a lo de adentro, les cuento que recibí los Cuadernos de Viaje, de Luis Restrepo. Son siete cuadernos que van desde 1985 al 2010 y dan cuenta del trabajo de uno de los mejores arquitectos colombianos, egresado de los Andes. Su maestría la hizo en la Universidad de Michigan. Ha sido profesor de Historia de la Arquitectura, ha participado en exposiciones de diseño y arquitectura tanto en Colombia como en Estados Unidos. En el libro podemos recorrer a su lado los viajes que ha emprendido por el mundo, conocer sus obsesiones arquitectónicas, el manejo de sus distintas líneas que buscan las relaciones con el espacio y la escala. Más que el ser humano le interesan las esquinas, las iglesias, las torres, puertos y plazas. Edificios asimilados desde el paisaje cultural de su entorno. A través de su recorrido por el mundo podemos apreciar su estilo propio. Como él anota: “El ser humano y el contexto son el centro de toda arquitectura”. El ser humano porque sin él no hay arquitectura; y el contexto porque sin este lo único que hay es la imposición del ego sobre el lugar. Buena parte de la arquitectura actual desprecia la noción del contexto, desconociendo que esta es el reflejo del contexto mismo. Ni que decir del contexto natural, de eso queda muy poco.