Lord William Thomson Kelvin, físico y matemático británico (1824-1907), dijo: “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.
En sintonía con esa frase, atribuida frecuentemente a Peter Drucker, tenemos que entender que aunque los números pudieran ser otros —como a veces queremos que pase con el Dane, que nos dijera unas más cercanos y más sentidos— las cifras son las cifras y los datos son los datos. Por ende, a ellos tenemos que atenernos.
Con eso claro, algo tenemos que estar haciendo bien. Me tengo que sentir orgulloso, pues el Valle del Cauca, nuestro departamento, tiene hoy una recuperación de pacientes confirmados superior a los del país y del mundo. Mientras que en Colombia tenemos 112.000 de 240.000 (47%), en el mundo 9.1 de 15.7 millones (58%), en el Valle 12.000 de 20.000 (61%).
Aunque no es una competencia, y no puede ni debería verse así, llegamos a sentirnos macartizados en otro momento cuando después de Bogotá éramos los segundos en poner más contagiados y más muertos a los índices nacionales. Pero progresivamente, gracias a hechos y acciones de buena gerencia de nuestra gobernadora, Clara Luz Roldán, empezamos a ser los segundos, terceros… y hoy nos supera además de Bogotá y Atlántico, Antioquia. Tener el 9% de los contagiados y el 10% de los muertos del país, cuando representamos el 10% de los habitantes de la nación, es apenas normal, no salido del curso.
Sigamos pues obedeciendo las directrices nacionales, departamentales y municipales, lavándonos las manos, usando los tapabocas y respetando el distanciamiento social, todo ello sin excusas y sin falsas confianzas, que es por esa vía que podremos contener el COVID-19 en nuestro departamento.
Recuerda que si en una conversación con un portador de COVID-19 solo yo tengo tapabocas la probabilidad de contagio es del 70%, si solo él tiene tapabocas la probabilidad de contagio es del 5%, pero si ambos tenemos tapabocas la probabilidad de contagio es solo del 1,5%. Para entenderlo, para saber que es verdad, no esperes a que aparezca un caso en tu familia y, como diría el colombo japonés Yokoi Kenji “la disciplina, tarde o temprano, vencerá a la inteligencia”.