Natasha Klauss no tiene ni una gota de sangre colombiana. Sin embargo, no vacila en decir que se siente cien por ciento barranquillera. Sus abuelos paternos son una pareja de inmigrantes lituanos llegados a Uruguay huyendo de la guerra. En ese país nació su padre quien posteriormente se trasladaría a Colombia. Natasha nació en Cali siendo hija de padres uruguayos. A sus cuatro años la familia se instaló definitivamente en Barranquilla, ciudad a la que la actriz siente como su hogar. No en vano fue bailarina ocho años como bailarina del grupo de danza de Gloria Peña en el carnaval.
Desde los primeros años de su vida en la capital del Atlántico se caracterizó por su histrionismo. Jugaba en casa a aprenderse textos como monólogos que posteriormente recitaría ante la familia. Al terminar el colegio se fue a Bogotá para perseguir su sueño. Tenía claro que quería estudiar Comunicación Social al tiempo que alternaba con la danza. Sin embargo, un accidente la obligó a retirarse del baile. Por cuenta de las muchas horas que diariamente bailaba al día, su minisco se fue desgastando. Finalmente fue una cirugía donde se lo extrajeron la que terminaría impidiéndole continuar una carrera de bailarina profesional. Le tocó despedir su sueño pese a que ya tenía beca para estudiar en Cuba.
Por lo tanto, terminaría alternando la carrera de comunicación en la Javeriana con estudios de teatro en la escuela de Paco Borrero. Aunque no sería bailarina quería seguirse cultivando como artista, pasión que llevaba en la sangre por cuenta de su madre, quien fue actriz en Uruguay. Su entrada a la televisión se dio cuando acompañó a su hermano, quien era modelo, a una audición para una producción sobre la vida de Estersita Forero. Ella fue la elegida, aunque la producción nunca logró realizarse.
Su nombre real, Natasha Alexandra Rastapkavicius Arrondo, no era funcional para su carrera en el medio. Por lo tanto, lo abrevió a “Klauss”, tomado del apellido que también usaba su hermano. Desde aquellos primeros años como actriz empezó a tocar la fama. En 1997 estuvo en la portada de la desaparecida revista TV y Novelas por haber ganado el concurso de la Mejor Cola de Colombia. No obstante, el papel que todo actor sueña le llegó en 2003. Tenía 27 años cuando la fama le llegó sin siquiera imaginárselo. Fue por cuenta de su personaje Sara Elizondo en Pasión de Gavilanes, telenovela realizada en Colombia por RTI para Telemundo. El éxito de la telenovela trascendió todo tipo de fronteras.
La vieron en toda Latinoamérica y parte de Europa. En Argentina, España y para la comunidad latina residente en Estados Unidos era toda una diva. Telemundo le ofreció trabajo continuo durante los próximos cinco años después de Pasión de Gavilanes. Aunque hoy día pasaron 17 años desde aquella producción, su personaje de Sara Elizondo la volvió a poner en horario prime time porque Caracol decidió retransmitir la novela.
A sus 45 años Natasha Klauss ha logrado una carrera como actriz que la consolida como una de las más queridas por los colombianos y con gran reconocimiento en el exterior. Después de Pasión de Gavilanes tuvo personajes en producciones como Mentiras Perfectas, El Bronx y La Esclava Blanca que la han mantenido vigente durante todos estos años. Trabaja con la mánager Mónica Forero, quien es su representante artística. Además de la actuación ha cultivado su faceta como empresaria. Tiene su propia tienda de accesorios. En tiempos de pandemia lanzó unos tapabocas con bordados confeccionados de forma manual.
La actriz, que vive en Bogotá junto a sus dos hijas y su esposo, no pierde oportunidad para escaparse a Barranquilla a visitar a sus padres, quienes viven muy cerca del mar. Aunque el mar en los alrededores de la arenosa es grisáceo por cuenta de la desembocadura del Magdalena, Natasha disfruta como nada en el mundo bañarse en sus playas. En últimas, cada vez que lo hace está regresando a su elemento natural.