Zaña es un distrito de la provincia de Chiclayo, ubicado en el departamento de Lambayeque, en la costa norte peruana, que en 2017 fue declarado por la Unesco como sitio de memoria de la esclavitud. En esta zona del Perú fue creado el Museo Afroperuano de Zaña, que surge como una iniciativa cultural que y gracias a sus acciones se ha ido convirtiendo en un actor social donde confluyen diferentes organizaciones. Debido a su proceso organizativo de incidencia, la Fundación Activos Culturales Afro (Acua) ha firmado un convenio con este para trabajar en la conservación de la cuenca de Zaña en la parte media y baja.
En estas dos partes de la cuenca se concentran cinco distritos: Zaña, Lagunas-Mocupe, Cayaltí, Nueva Arica y Oyotún; donde se llevarán a cabo diferentes actividades en el marco del convenio firmado del Programa regional para el empoderamiento económico, social y político con identidad cultural de las poblaciones afrodescendientes en Colombia, Ecuador y Perú, del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida) y la Fundación Acua.
En estos cinco distritos donde desemboca el río Zaña, que conecta con el mar, se desarrollan labores agrícolas, sin embargo, en los últimos años han presentado fuertes sequías asociadas al cambio climático. Esta situación, sumada a la actual emergencia sanitaria, ha significado un decaimiento de la actividad, lo que implica a largo plazo problemas de seguridad alimentaria para las familias que trabajan y viven día a día de estas producciones.
En el marco de este convenio, el Museo Afroperuano y Fundación Acua abordarán 4 componentes:
- El primero consiste realizar capacitaciones de sensibilización sobre el medio ambiente a campesinos de los cinco distritos, donde estas se puedan replicar por las mismas comunidades, así mismo, este ejercicio se realizará en colegios como medio de apoyo, donde se impactarán alrededor de 250 estudiantes que desde su rol puedan fortalecer y replicar estos conocimientos.
-El segundo consiste en que una vez se realicen estas capacitaciones con los estudiantes, se promoverá la biodiversidad de cultivos con la implementación de cinco biohuertos escolares, uno en cada distrito, y la diversidad de cultivos con asociaciones campesinas; en ambos procesos se buscará contar con la participación del Estado y algunas empresas de reforestación.
- El tercero consiste es revitalizar instancias de diálogo de la sociedad civil local con el fin de aportar propuestas de desarrollo territorial en la asamblea de junta de usuarios de los cinco distritos y que esta apruebe una propuesta global —sistematizada por el proyecto— que aborde la conservación de la cuenca y el fortalecimiento de los procesos productivos en un escenario de cambio climático.
- El cuarto consiste en apoyar la presentación de la propuesta, por la sociedad civil organizada, a un tomador local o regional de decisiones para que incluya en su agenda las proposiciones presentadas por las comunidades.
Para Sonia Arteaga, representante legal del Museo Afroperuano, la importancia del proyecto de la cuenca de Zaña gira en torno a tres líneas. La primera está relacionada con el hecho de trabajar conjuntamente con la ciudadanía para conservar el río Zaña. De hecho, ella manifestó: “Estamos frente a una crisis de escasez de agua en la cuenca de Zaña, los agricultores se están afectando y este proyecto apunta a lograr la participación de la población en la reforestación de la ribera del río para tener una mejor dotación de agua y poder sembrar, también como producto de la pandemia por el coronavirus, este proyecto va a ayudar a las familias directamente de Zaña y otros distritos, para mejorar sus ingresos económicos”.
Cabe anotar que este proyecto es pionero para la cuenca de Zaña, ya que se proyecta trabajar con cinco distritos y fortalecer las organizaciones para salvaguardar el patrimonio de la cuenca. Además, ayudará a que la ciudadanía pueda promover y salvaguardar algunos cultivos escasos en la zona o que han sido reforestados por la desertificación; esto sin contar con que el proyecto a su vez propone la siembra de cultivos silvestres que permitan mitigar los efectos del cambio climático, y promuevan la producción de productos orgánicos y saludables en esta cuenca.
La representante legal del museo finalizó resaltando: “Es un proyecto a largo plazo. La Fundación Acua ayudará a poner los cimientos de esta iniciativa hacia futuro”.
