El país cafetero siempre se ha jactado de tener la democracia más sólida de todo el continente, cuando al mismo tiempo es el único Estado que no ha sido gobernado por un presidente de izquierda o progresista y es una nación satélite de los Estados Unidos.
Nuestro país es el segundo más desigual de América, solo por detrás de Haití. Un gigante torpe con pies de barro que ha tenido todo para ser una de las principales economías del continente, pero que se ha caracterizado ante el mundo por su violencia y extremo subdesarrollo.
A pesar de ser un territorio clave para Sudamérica desde que se independizó el 7 de agosto de 1819, es un Estado que nunca se ha opuesto a las políticas intervencionistas y terroristas de los norteamericanos, que lo han usado como satélite, sin importar todo el sufrimiento desatado dentro de sus fronteras.
Es increíble ver que la mayoría de los colombianos tienen tan buen concepto de las oligarquías extranjeras que siempre nos han tenido sometidos a ser un país de tercer mundo. Eso sin contar con que el presidente recientemente prestó nuestro territorio para permitir múltiples agresiones hacia la hermana patria de Venezuela, un país que siempre nos ha tendido la mano en momentos difíciles, pero al que le pagamos uniéndonos a una estrategia criminal de bloqueo que busca el petróleo de lo que nombraron "dictadura" sin tener ningún argumento.
Me enoja que tildemos de "narcoestado" una nación que solo está sufriendo un bloqueo económico que busca robarles sus recursos naturales. Además, Colombia no tiene ningún derecho de referirse de esa forma al vecino país, más cuando es el mayor exportador de droga del mundo, tanto así que ahora se exporta 15 veces más droga que en las temidas épocas de Pablo Escobar. La droga no sale de Venezuela, sale de este país que gira en torno al narcotráfico que financia todos los políticos de ultraderecha que nos imponen en el gobierno criminal donde no existe la oposición. No podemos pasar por alto que el actual presidente está envuelto en un escándalo de compra de votos por parte de un testaferro de los narcos, que la vicepresidenta tiene un hermano que estuvo preso por tráfico de drogas y que el "presidente eterno", a pesar de tener alrededor de trescientas investigaciones, no quiere soltar el poder.
Tenemos que abrir los ojos, ¡estamos hundidos en la peor dictadura del continente!, ¡estamos ante un régimen que nos arrebató todos nuestros derechos de frente! Tenemos que liberarnos de ese lavado de cerebro que vemos a diario en los grandes medios de comunicación con periodistas prepago, pagados por la oligarquía mafiosa y criminal que nos ha saqueado por décadas
