El secretario de Gobierno de Medellín, Esteban Restrepo, es uno de los hombres de mayor confianza del alcalde Daniel Quintero. No solo lleva trabajando a su lado cerca de una década, sino que fue el principal aportante a su campaña, con veinte millones según el aplicativo Cuentas Claras. Además, Restrepo fue el gerente de la campaña y el primer nombramiento del gabinete; Quintero lo nombró en la Secretaría de Gobierno y a su compañera sentimental, en cabeza de la Secretaría de Salud.
Desde su dependencia tiene la tarea de coordinar las acciones de la coalición gobiernista en el Concejo; sacar adelante la agenda de gobierno con las demás secretarías y revisar hojas de vida de nombramientos de primer y segundo nivel. Aunque conserva un bajo perfil, se sabe que es una especie de alcalde a la sombra (al igual que lo fue Santiago Gómez en la alcaldía de Fico Gutiérrez) y quien tiene la última palabra en contrataciones y nombramientos de peso (como el de la cuestionada Martha Castrillón en la gerencia de Metrosalud).
Una de sus funciones más importantes consiste en mantener intacta la coalición que Quintero armó rápidamente en el Concejo con los liberales, conservadores, Cambio Radical, la U, Alianza Verde, Estamos Listas y su propio movimiento Independientes. No ha sido una tarea que revista mayor dificultad porque en el Concejo de Medellín formalmente no existe la oposición y quienes la ejercen son el verde Daniel Duque y Alfredo Ramos; sin embargo, en la discusión del plan de desarrollo esa coalición se empezó a resquebrajar por el sector del movimiento político Estamos Listas, ya que la concejala Dora Saldarriaga votó negativamente el anteproyecto del plan en primer debate, pero tras una serie de adicciones y consulta con las mujeres del movimiento (sus decisiones tienen un fuerte carácter colectivo) finalmente votó positivo en segundo debate. A pesar del cambio en su decisión, el sinsabor permaneció. Se sabía que solo era cuestión de tiempo para que las mujeres de Estamos Listas se salieran de la coalición y optaran por la independencia o la oposición.
A diferencia de la mayoría de concejales de las demás bancadas de gobierno y el “independiente” Centro Democrático (que de facto es otra bancada de gobierno), Estamos Listas no tiene vasos comunicantes con alguna secretaria o dependencia de la alcaldía, es decir, no cuenta con burocracia o mermelada porque su relación con la administración ha sido exclusivamente programática sobre la base de una agenda pública en defensa de los derechos de las mujeres y niñas de la ciudad. Esa circunstancia realmente las dota de una auténtica independencia. Por eso, no extraña que en reciente votación interna cerca del 74% de sus integrantes hayan decidido salirse de la coalición y declararse en independencia. Sus motivaciones se fundamentan en la ausencia de una política estructural que erradique las desigualdades y en contra de las acciones represivas de la fuerza pública con el movimiento social y estudiantil de la ciudad. Solo era cuestión de tiempo para que tomarán distancia de un alcalde cuestionado por acoso sexual, salpicado por corrupción y con una tendencia autoritaria a la censura.
Tras declararse en independencia, el secretario Esteban Restrepo, se burló de forma irrespetuosa de la decisión colectiva de miles de mujeres del movimiento cuando relacionó su declaratoria con el logo del movimiento Independientes agregando el mensaje: “Bienvenidas a ser Independientes”. Es evidente que es una burla de mal gusto y un irrespeto a la decisión legítima de un movimiento político que en consonancia con el Estatuto de Oposición optó por cambiar su declaratoria. Es una salida en falso del secretario y un ejemplo de la forma hostil y burlesca cómo se ha venido comunicando la administración de Quintero con los sectores críticos y realmente independientes.
