Cuando ya somos adultos, tenemos trabajo y responsabilidades, nos enfrentamos a un tema que será crucial en nuestras vidas: la administración de nuestro dinero. Ante la anterior situación, la teoría nos dice que debemos tener un presupuesto, el cual debe contemplar el total de los ingresos que recibimos como los gastos fijos y variables que tenemos, identificando los tenebrosos gastos hormiga, que son lo que nos gastamos en cosas que no son fundamentales para nuestra existencia. Así mismo, dentro de este presupuesto, debe estar lo que ahorraremos. En otras palabras, lo recomendable es que administremos nuestro dinero como lo hace una empresa, lo cual sería el resultado de nuestra educación financiera.
Llevar un presupuesto personal no es complejo, muchos de nosotros no lo hacemos, ya que no nos han explicado cómo se debe hacer. Las finanzas personales y la educación financiera no son un asunto que haga parte de los planes de estudio de los colegios o de las universidades, excluyendo de lo anterior a los programas de pregrado referentes a las ciencias económicas como administración, contaduría, finanzas, economía entre otros, en donde se ven las materias que nos dan las herramientas necesarias para administrar adecuadamente nuestro dinero.
Otro de los aspectos importantes de las finanzas personales que se debe tener en cuenta, es el adecuado control que debemos tener de los productos que tenemos con las entidades financieras, como lo son las cuentas de ahorro o corriente, los créditos (incluyendo las tarjetas), los seguros y hasta los mecanismos de inversión como los certificados de depósito a término (CDT) entre otros. Es importante resaltar en este aspecto que el uso inteligente de estos productos nos permitirá evitar malos momentos a causa del incremento de nuestras deudas y nos podrían dar grandes beneficios.
En mi calidad de ciudadano, quise validar sobre los esfuerzos que ha realizado el Congreso de la República sobre esta materia y encontré la Ley 1328 de 2009, en donde se determinó la obligación para que “…las entidades desarrollen programas de educación financiera para los consumidores, de manera que estos puedan conocer más sobre los productos y servicios, así como el adecuado manejo de sus finanzas personales. Así mismo, encontré que durante en el año 2014, cursó el proyecto de ley número 49 de 2014 del Senado, por el cual se establece la cátedra de educación financiera en la educación básica y media en Colombia”. Básicamente, el proyecto buscaba que mediante una ley, se le diera facultades al Ministerio de Educación para que este diseñara en los programas de primaria y bachillerato, “…los contenidos necesarios para el desarrollo de competencias elementales, en economía y nociones básicas de educación financiera...” y autorizaba al gobierno nacional a celebrar convenios con entidades públicas y privadas (nacionales e internacionales), para la “… implementación de programas de promoción y educación sobre estos temas”. Dentro de la exposición de motivos, se justificó la necesidad de que los ciudadanos comprendan el alcance los servicios financieros y también se mencionó el hecho de que Colombia no haya tenido buenos resultados en las Pruebas Pisa de ese entonces, ocupando el puesto 18. Este proyecto de ley aparece como archivado en página web del Sanado.
Es necesario que los temas referentes a educación financiera y finanzas personales tomen mayor importancia en nuestras vidas y de ser posible sean aspectos que hagan parte de los programas educativos en los colegios como en las universidades. Afortunadamente, podemos acceder a información valiosa que se encuentra en internet que nos servirá de gran ayuda.