El viernes 4 de Julio del 2014, la Selección Colombia concluyó su participación en la Copa del Mundo Brasil. Los locales nos ganaron 2 a 1 en el Estadio Castelão. Un arbitraje polémico del español Velasco Carballo y una actitud demasiado respetuosa de Colombia, frente a los pentacampeones del mundo, (En el primer tiempo) marcaron la salida del equipo de todos en Fortaleza. Aunque la incidencia de las jugadas, mal juzgadas, por el central del partido no se puede desconocer, no creo que haya sido la única causa por la cual no estamos en Semifinales de la cita órbital. Una vez concluido el partido, de cuartos de final, las redes sociales en Colombia y el mundo explotaron con millones de críticas contra el juez del juego. En ese preciso momento aparecieron los colombianos a quienes, de manera muy cordial, les escribo estas líneas.
Los memes de Internet, actualmente, son una de las construcciones multimediales con mayor difusión alrededor del mundo virtual. Una raza de colombianos, a quienes llamo los estúpidos, se encargó de mostrar al planeta entero cuál hubiese sido la reacción del mayor narcotraficante de la historia del mundo, Pablo Escobar, si estuviese vivo por estos días. Fotos del actor Andrés Parra (Pablo Escobar en la serie 'El patrón del mal') o del mismo delincuente paisa circulaban por Twitter, Facebook e Instagram como una pandemia. En la mayoría de las imágenes aparece el zar de la cocaína, conocido por el mundo entero, pidiendo el nombre del español que impartió justicia en el cotejo de la Copa del Mundo o Escobar persiguiendo/buscando a Velasco Carballo. Para los estúpidos, por supuesto, esas imágenes resultan muy divertidas. Son tremendamente graciosas para ellos porque, claramente, no hay que pensar mucho para comprender el chiste. Una persona que exponga, ante el mundo, con 'humor' la imagen de la persona que, probablemente, más daño le hizo a su país no es que sea muy brillante. La verdad no me imagino a un ciudadano de Berlín, con postdoctorado en Física Cuántica, compartiendo fotomontajes de Hitler persiguiendo judíos tras perder Alemania en la semifinal de la Copa del Mundo de Baloncesto con Israel. En suma, los estúpidos encuentran extremadamente simpático y simple, publicar o compartir una foto del asesino de miles de colombianos porque ¿Quién no sabe de ese sujeto en una Colombia inundada de narconovelas? Lo que ellos, obviamente, no logran entender es el daño que esto genera en la percepción del extranjero acerca de nuestro maravilloso país.
Hace apenas días Colombia entera, incluyéndome por supuesto, estaba indignada tras la aparición de una caricatura en la Radio Televisión Belga Francófona (RTBF), que llevaba por título "Colombia respira confianza" y mostraba a tres jugadores, nuestros, aspirando las rayas blancas reglamentarias introducidas por la FIFA para delimitar las líneas de falta. Además, muchos colombianos se quejaron de ser víctimas de burlas 'malintencionadas', después de que los locutores australianos Matt Tilley y Joe Hildebrand, dijeran en el programa The One Percenters, que el país suramericano es más reconocido por su cocaína que por su café. Por otra parte unos días atrás, otra caricatura, publicada en Twitter por la presentadora holandesa y embajadora de Unicef Nicolette van Dam, provocó la indignación colombiana y llevó a la embajadora a renunciar a su cargo de buena voluntad en ese organismo internacional humanitario.
Muchos colombianos estúpidos tienen el descaro de publicar, o compartir, imágenes como las que comentaba anteriormente e indignarse cuando aparecen burlas, hacia nuestro país, como las que mencioné en el párrafo pasado. Los estúpidos no se dan cuenta que con sus 'bromas', en redes sociales, alimentan ese mito de que Colombia sólo puede exportar al mundo cocaína. Recuerdo bien como hace unas semanas hablaba, en un bar de Buenos Aires, con un académico argentino quien me explicaba algunos de los puntos fuertes de la economía colombiana que no son explotados, al máximo, por distintas razones; durante esa charla él (un admirador profundo de nuestro país) me permitió exponer mis puntos de vista, acerca del problema de nuestra mala imagen en el exterior, afianzada por las narconovelas que se consumen, más que la Coca Cola, en nuestro suelo. Lamentablemente, esto no había pasado o sino, seguramente, hubiese sido otra de las causas que le habría mencionado a Gonzalo. El colombiano estúpido, lamentablemente, no es la minoría. En este caso son millones los compatriotas que, con un "Jajaja" al lado de un meme de estos, llenaban las páginas principales de las redes sociales. Obviamente, los estúpidos, me van a hacer explotar la bandeja de entrada de mi cuenta en Facebook con ofensas. Ellos, por supuesto, van a decir que no quiero a Colombia o que no 'sea sapo'. Difícilmente ellos puedan entender que el amor hacia nuestro país se debe demostrar siempre, tratando de eliminar la estupidez, y no poniendo fotos en Instagram con la camiseta de la Selección Colombia.
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