Si usted comete un delito en este país, no se preocupe. En minutos saldrá uno nuevo y nadie se acordará ya de lo que usted hizo.
En Colombia una noticia se superpone a otra y de esa manera este país perdió la capacidad de indignarse.
Por ejemplo, en este mes de junio, a Andrés Pastrana, con lo de Epstein, lo salvó lo del hermano de la vicepresidenta; a la vicepresidenta la salvó la indignación del día sin IVA; al día sin IVA lo salvó lo de Ciro Guerra; a Ciro Guerra lo salvó la violación a la niña... y esta cadena puede seguir con todos los acontecimientos de este 2020.
Uno se podría preguntar, ¿qué conmociona a Colombia? La respuesta es sencilla, cosas como el gol de Yepes en el mundial o por qué el Real Madrid de no pone a jugar James.
Y bueno, si alguna persona alza la voz ante la injustica en la que está inmerso el país, la solución es decir: “no hay que polarizar” (la frase de moda para ocultar y ser cómplice de los atropellos).
En fin, el endeudamiento fiscal es inmenso y seguirá creciendo, el hambre sigue agobiando a muchas poblaciones, la plata de las IPS no aparece, el personal de salud vive constantes amenazas (además de la falta de pago y de elementos de bioseguridad), los mercados siguen sin llegar a muchos lugares, las pymes están en quiebra y los bancos nunca le prestaron… pero, no se preocupe, mañana aparece algún acontecimiento nuevo para seguir olvidando.