Con mano dura quiso mostrarse el fiscal Francisco Barbosa cuando anunció en rueda de prensa que los 7 soldados que violaron a una niña indígena embera ya estaban capturados y un juez había dado la orden de detenerlos en una guarnición militar después de que estos aceptaran los cargos. Sin embargo, cuando señaló que el delito que se les imputó fue el de "acceso carnal abusivo", dejó ver la laxitud con la que quiere tratar a los militares.
En otras palabras, acceso carnal abusivo da a entender que la menor dio su consentimiento para que los soldados abusaran de ella y no reconoce la violencia del hecho. Las reacciones no se hicieron esperar, pues además ese delito, que los soldados confesaron, podría implicar una pena menor. Pero el asunto no queda ahí, pues si un juez considera que fueron mal imputados los delitos puede echar para atrás la decisión, lo que retrasaría el proceso y abriría una ventana a la revictimización de la menor.
Este es el comunicado de la Fiscalía en que deja claro que el delito imputado fue "acceso carnal abusivo" y no "acceso carnal violento":