Rafael Correa, expresidente de Ecuador (2007-2017), dijo hace pocos días, referiéndose a la consulta popular que impulsó el presidente Lenín Moreno, lo siguiente: “así engañaron al pueblo en el 2018 y luego se repartieron la patria”. Acá cabe resaltar que el exmandatario es prófugo de la justicia del Ecuador por corrupto... Claro que para los seguidores del marxismo esta es otra forma de lucha. Si no me cree, mire las estrechas relaciones de la empresa brasileña Odebrecht con los regímenes del socialismo del siglo XXI, cuyo padrino político fue Luiz Inácio Lula da Silva (expresidente de Brasil). Así pues, frente a las afirmaciones de Rafael Correa, surge la pregunta: ¿cuál patria?
En la manipulación semántica marxista el significado de las palabras tiene un contenido diferente del que entendemos el resto de mortales. Tal es el caso del término patria, al que hay que agregarle otros vocablos bastante manoseados por regímenes comunistas como el de Cuba y Venezuela, que viven proclamando la “dignidad de los pueblos”. Eso en realidad es una patraña, ya que la población de esos países está en un estado de postración y vive una esclavitud política que lleva a las masas a la deshonra y el envilecimiento. Claro que la dignidad debe de ser una condición humana, pero no como la entienden las dictaduras comunistas, que es la de sacrificar al máximo a las masas para defender los privilegios de las camarillas.
Con eso claro, la versión comunista de la patria causa risa... tenía más seriedad la expresión del gran escritor francés Albert Camus, quien decía que la patria era la selección de fútbol. Por eso es absurdo que un burócrata marxista de la talla de Rafael Correa haga apología de la patria, eso es como el diablo haciendo hostias, en atención a que los seguidores de Karl Marx sintetizan la patria única y exclusivamente en el poder del Estado, eso sí, cuando ellos lo manejan. Lo demás son tretas para enajenar y adocenar a las masas y así tenerlas sometidas al régimen tiránico.
Por ejemplo, ¿de cuál dignidad puede hablar la pandilla de Maduro en Venezuela, con cinco millones y medio de refugiados en los países vecinos, además de millones de ciudadanos hambrientos, lo que constituye una pobreza de más 90%? Vale recordar que para el lenguaje marxista es necesario cambiar el significado de las palabras en aras de la revolución y el socialismo, así que la patria y la dignidad para los comunistas tienen su propia aplicación, muy particular.
También cuando la satrapía cubana hace mención a la dignidad causa sorna, pero a la vez tristeza, porque no hay que pasar por alto que el gobierno de ese país envió en la década de los setenta del siglo pasado a miles de soldados mercenarios al África para defender los intereses del imperio soviético en ese continente. Todo dizque a nombre de la patria y con el cuento del internacionalismo. Así, de paso, se demuestra el vasallaje de La Habana ante Moscú, pagando con sangre por ser un satélite de la URSS, quedando patentado que Fidel Castro era un simple lacayo del Kremlin.
De hecho, la experiencia cubana con su aventura mercenaria en África dejó como el resultado más destacado que el máximo comandante de esa “misión” en Angola, el general Arnaldo Ochoa, fuera fusilado en 1989 por orden de Fidel Castro, siendo acusado de narcotráfico, cuando los verdaderos narcotraficantes eran los miembros de la familia que ha detentado el poder durante 62 años en la isla. Ochoa fue exaltado como “héroe nacional” a su regreso de África, pero cayó en desgracia al ser considerado un rival para la monarquía de los Castro...
La dignidad y la patria en Cuba se puede medir también por los más de cien mil balseros que han muerto tratando de llegar a las costas de La Florida, quienes han sido víctimas de los tiburones o han muerto ahogados; a lo que se debe agregar que dentro de la dignidad y la patria en Cuba y Venezuela están las cartillas de racionamiento y el carnet de la patria, lo que significa en la práctica que solo pueden comer las personas afectas a esas dictaduras.
No se puede olvidar que durante los 62 años de tiranía comunista en Cuba se han preparado verdaderas alimañas, expertas en torturar a los disidentes, que desde luego hacen presencia en Venezuela. Los tratos crueles, inhumanos y degradantes que realizan los agentes cubanos acompañados por la Policía Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional Bolivariana han sido denunciados por la ONU de acuerdo a los informes del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, agregándose ese componente siniestro a la llamada dignidad de la patria de los regímenes comunistas.
Así mismo, el orate de Hugo Chávez convirtió a Venezuela en un colonia de Cuba y Maduro pretende consolidar esa obra rastrera para que la dictadura sea eterna, en donde el futuro de los venezolanos quede convertido en una pesadilla, vilipendiando y escarneciendo a la población para que llegue a una situación de masoquismo que no le permita reaccionar ante sus verdugos.
Las obras infames de las dictaduras de Cuba y Venezuela en contra de la ciudadanía son incontables, todas con el pretexto de la dignidad y la patria, por lo que cubanos y venezolanos alcanzarán la verdadera dignidad frente al Estado opresor únicamente mediante la libertad y la democracia, las cuales son antagónicas al esperpento del marxismo-leninismo, que esclaviza a esas dos naciones latinoamericanas. Ahora bien, al señor Rafael Correa, tan admirador de las dictaduras comunistas genocidas de Cuba y Venezuela, hay que exigirle un mínimo de dignidad, para que no se desgañite hablando de la patria, cuando ese término lo han utilizado los miembros de su secta en diferentes partes del planeta para subyugar a los pueblos.