Facebook una de las plataformas más grandes de mensajería, la que mantiene a las personas conectadas, una de las mas grandes plataformas para promocionar productos, la que utiliza inteligencia artificial para identificar y etiquetar sus usuarios, para determinar sus gustos, para psicoanalizaros y vender los datos al mejor postor.
La que decide quien será el próximo, presidente, gobernador o alcalde, basado más en el diseño de la publicidad y en el neuromarketing que en los argumentos del político, no ha podido. Y cuando digo que no ha podido, es porque no ha podido con uno de los mas grandes retos de la plataforma, no ha podido con las fake news o noticias falsas que se propagan tan rápido como una plaga, como un gran incendio que quema todo lo que se encuentra.
Con todos esos algoritmos sexys que nos da sugerencia de amigos, que organiza y clasifica a las personas, por gustos, por afinidades, que nos sugiere quien debe ser nuestro amigo, que es lo que nos gusta, y en fin, un montón de cosas más, no ha podido con las notificas falsas que proliferan en la red, que mantiene a las personas mal informadas (son como los medios colombianos), y en esta época de coronavirus donde cualquier persona por estar detrás de una cámara ya se vuelve experta en cualquier tema, generando creencias erradas y donde la gran mayoría se cree lo que ve y escucha.
Y claro, todo esto está mal. Está mal porque debería ser una red objetiva y transparente donde las noticias que se publiquen deben garantizar un mínimo de verdad, basado en hechos, por esto y muchas cosas mas deberían censurar a Facebook, pero censurarlo de verdad por no encontrar la forma de evitar las noticias falsas, que le hacen gran daño a la sociedad