El caos que se vivió en algunas ciudades, y principalmente en algunos almacenes de grandes superficies el viernes del “Día sin IVA”, (Impuesto de Valor Agregado), por parte de gigantescos racimos de compradores, que semejaban el ganado que entra corriendo y a empellones, cuando se abren las puertas de los corrales, en una competencia por llegar en los primeros lugares donde se vendían principalmente electrodómesticos y televisores de gran formato, fue noticia de indignación, asombro y burla incluso a nivel internacional.
No se entendía como esos enjambres de gente irrespetando todas las normas de bio-seguridad, se atropellaban entre si para hacer sus compras en plena pandemia y justo cuando en Colombia se están registrando las cifras más altas de contagiados y muertos por el virus asesino.
Pero vista fríamente la situación, la culpa de semejante estupidez, recae en todos. Claro está, unos con mayor y otros con menor grado de responsabilidad.
Veamos:
Culpa del gobierno, que por querer ceder a la presión brutal de los comerciantes fija esta fecha para el absurdo evento, cuando al mismo tiempo grita por televisión y por parlantes callejeros, que todo el mundo debe quedarse en casa.
Culpa de las autoridades como alcaldías, y policía nacional, por dejarse rebasar de las manadas que como toros empitonados y furiosos, no tuvieron ni la capacidad, ni el capote para poner orden.
Culpa de los comerciantes que, a través de FENALCO, vociferaban que estaban en la quiebra y exigieron que el débil gobierno les diera luz verde en esta fecha.
Culpa de los racimos grotescamente voluminosos de gente que también gritaban que se estaban muriendo de hambre y que el gobierno tembleque debía mandarles mercado y ellos sí, pusieron capote rojo en sus casas para presionar.
No había plata para el mercado; pero sí para costos productos que a la brava fueron a comprar. Culpa de un miedo que ya se perdió, porque juran que el microscópico toro no los a cornear jamás.
Culpa de un agotador cansancio y hastío de un promedio de 5 personas, por verse hace casi 100 días con sus noches y miles de horas consecutivas. encerrados en las mismas paredes de sus casas que tienen por cárcel.
Y sí, la raza humana con sus excepciones ha demostrado sicológicamente que no es buena para soportar el encierro tan severo, que aún no se sabe hasta cuando se prolongue. Culpa de las redes sociales que primero invitaban y después despotricaban del evento. Culpa de otros países que ya abrieron y a muchos ya les tocó volver a cerrar. Culpa del Coronavirus. Culpa de los Chinos. Culpa del murciélago. Y culpa del que lo compró, y se lo comió.
La culpa es de todos.
Pero así como hubo ciudades caóticas en Colombia, hubo ciudades de buen comportamiento que atendieron las normas, mantuvieron los espacios, y compraron lo que querían.
Aún así, no es óbice para que el evento se hubiera fijado este pasado viernes 19 de junio.
Las consecuencias de lo que sucedió el primer “Dia sin IVA”, se verán en 15 0 20 días.
A ver si la gente que se desbocó, va a estar en la sala de su casa viendo películas en su Hiper-pantalla gigante, o va a estar viendo en la sala de cuidados intensivos las pequeñas pantallas que le muestran la película de su muerte.
