Todo queda entre familia: el poder en Colombia

Todo queda entre familia: el poder en Colombia

¿Estamos condenados a que las mismas élites controlen la mayoría de escenarios de gobierno?, ¿no es posible pensar en un escenario de renovación política?

Por: Sergio Ovalle
junio 25, 2020
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Todo queda entre familia: el poder en Colombia
Foto: Pixabay

La genealogía es una disciplina que estudia la ascendencia y descendencia de una persona. La relación más cercana que tenemos con esta es a través de los famosos árboles genealógicos. Desde 1674, con la publicación del libro Genealogías del Nuevo Reino de Granada de Flórez de Ocariz, se marca un hito importante de esta disciplina en Colombia y se deja escrita la historia de los “adelantados”, de los conquistadores, los colonizadores y descendientes del primer siglo de la invasión española en territorio neogranadino.

Sin embargo, es posible afirmar que la genealogía ha sido instrumentalizada para escribir la historia de las castas políticas dominantes o para justificar discursos con respecto a la "limpieza de la sangre", en razón a los beneficios sociales, políticos o culturales que podría representar ser "puro" o de un "linaje destacado".

El presente texto expone una serie de datos, recopilados a través de información elaborada por varios genealogistas, los cuales permiten aproximarnos a una parte de los linajes de las familias que han logrado concentrar el poder político en Colombia.

El personaje principal de esta historia es Juan de Toro Servero (1550-1615), capitán español nacido en Andalucía, el cual hizo parte de los primeros conquistadores y colonizadores del Nuevo Reino de Granada, a donde llegaría en 1567. “Fue de los pacificadores de la provincia de Guali y Guasquia (…) fue teniente de Gobernador en los Remedios, Alférez Mayor, Alcalde Ordinario y en 1593, general de la Conquista de Cimitarra, desbarató en dos ocasiones de diferentes tiempos  los negros, que se alzaron en la Ciudad de los Remedios” [1]. El capitán contrajo matrimonio, por segunda ocasión, en 1580 con Catalina Zapata de Cárdenas Valero.

Juan de Toro tuvo 5 hijos con su segunda esposa: Fernando, Cristóbal, Juan, Catalina y Jerónima. Lo interesante de este personaje radica en que en su descendencia se pueden encontrar una gran cantidad de expresidentes y primeras damas de la república de Colombia [2].

  • José María Obando (1831-1832) (1853-1854) contrajo segundas nupcias con Timotea Carvajal Marulanda, nieta en sexto grado [3].
  • José Hilario López (1849-1853) contrajo segundo matrimonio con Dorotea Durán Borrero, nieta en séptimo grado.
  • Mariano Ospina Rodríguez (1857-1861), descendiente también de una familia destacada de la región de Antioquia, contrajo matrimonio en 1834 con Marcelina Barrientos Zulaibar, nieta en séptimo grado, quien fallecería dos años después. Posteriormente, contrajo matrimonio con su cuñada, María del Rosario Barrientos Zulaibar, quien fallecería en 1853. Luego, en 1855, se comprometió con su tercera esposa, Enriqueta Vásquez Jaramillo, nieta en octavo grado. Cabe anotar que este personaje es miembro de una de las familias más interesantes de analizar en cuanto a poder y linaje.
  • Carlos Eugenio Restrepo (1910-1914), quien era nieto en séptimo grado, contrajo matrimonio con Isabel Gaviria Duque, nieta en octavo grado.
  • Marco Fidel Suárez (1918-1921) era nieto en noveno grado.
  • Pedro Nel Ospina (1922 – 1926), nieto en noveno grado e hijo de Mariano Ospina y Enriqueta Vásquez, contrajo matrimonio con su prima Carolina Vásquez Uribe, nieta en noveno grado e hija de Eduardo Vásquez Jaramillo.
  • Miguel Abadía Méndez (1926-1930), esposo de Felisa Santamaría Restrepo, nieta en décimo grado.
  • Enrique Olaya Herrera (1930-1934), esposo de María Teresa Londoño Sáenz, nieta en octavo grado.
  • Alfonso López Pumarejo (1934-1938) (1942-1945), esposo de María Michelsen Lombana, nieta en décimo grado.
  • Eduardo Santos (1938-1942), descendiente de la aristocrática familia Santos, esposo de Lorencita Villegas de Restrepo, nieta en décimo grado.
  • Mariano Ospina Pérez (1946-1950), sobrino de Pedro Nel Ospina y nieto en décimo grado, contrajo matrimonio con Bertha Hernández Fernández, nieta en noveno grado.
  • Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957), esposo de Carola Correa Londoño, nieta en noveno grado.
  • Guillermo León Valencia (1962-1966), nieto en décimo grado, abuelo de la hoy senadora Paloma Valencia.
  • Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), nieto en onceavo grado, abuelo del exvicepresidente Germán Vargas Lleras (2014-2017)
  • Misael Pastrana Borrero (1970-1974), nieto en onceavo grado, esposo de María Cristina Arango Vega, nieta en décimo grado.
  • Alfonso López Michelsen (1974-1978), nieto en onceavo grado, hijo de Alfonso López Pumarejo.
  • Cesar Gaviria (1990-1994), nieto en doceavo grado, esposo de Ana Milena Muñoz de Gaviria, nieta en décimo grado.
  • Andrés Pastrana Arango (1998-2002), nieto en doceavo grado, hijo de Misael Pastrana. El hijo de Andrés, Santiago, está casado con la bisnieta de Mariano Ospina Pérez. De igual forma, Juan Carlos Pastrana, hermano de Andrés, se casó con Cayetana Valencia Laserna, hermana de Paloma Valencia, nieta de Guillermo León Valencia.
  • Álvaro Uribe Vélez (2002-2010), nieto en onceavo grado por la línea de Cristóbal Toro Zapata.
  • Juan Manuel Santos (2010-2018), cuyo tío abuelo fue Eduardo Santos y es primo hermano del exvicepresidente Francisco Santos Calderón (2002-2010).

Para algunos lo anterior puede resultar como una simple o mera coincidencia o quizá pueda carecer de relevancia para efectuar algún tipo de valoración, pese a esto, considero que este ejercicio permite dar cuenta de varios elementos:

En primer lugar, que durante el siglo XIX, en razón a la alternancia del poder por cuenta de las guerras regionales y nacionales, una parte considerable de los gobernantes no tenía un “linaje destacado”, pertenecían más bien a familias aristocráticas regionales; situación distinta a la que se presentaría posterior a 1886 con la "estabilización” del Estado colombiano.

En segundo lugar, que durante el siglo XX se consolida el poder político en muy pocas familias, posibilitado por las redes de lealtad tejidas entre las mismas castas, construidas a partir de favores y privilegios sin distinción de partidos. Esto "gracias" a la dominación y el control prácticamente absoluto del aparato estatal.

En tercer lugar, y en razón al enunciado anterior, la democracia colombiana ha funcionado como una "pseudo" monarquía o como una “monarquía democrática”[4], en la cual ostentan y se traspasan el poder unas pocas familias, "emparentadas entre sí", a través de procedimientos electorales, concentrando el poder en su máxima expresión.

Y por último, en la actualidad es posible observar cómo esa transferencia de poder entre familias se sigue presentando con los denominados "delfines", quienes se encargan de recoger las banderas de sus familiares con el objetivo de mantener y preservar el poder alcanzado.

Más allá de una valoración sobre este aspecto, lo que queda por preguntar es: ¿estamos condenados a que las mismas élites nacionales y regionales controlen la mayoría de escenarios de gobierno?, ¿acaso no es posible pensar en un escenario de renovación política, más allá de los Santos, los Lleras, los Valencia, los Pastrana?, ¿en este modelo de democracia representativa realmente están representadas las mayorías del país?

[1] Genealogías del Nuevo Reino de Granada. Juan Flórez de Ocariz.

[2] La base principal de los datos presentados se encuentra en Antioquia bajo los Austrias (1995), del genealogista William Jaramillo.

[3] El grado se cuenta partiendo del vínculo con don Juan de Toro.

[4] Como lo presenta Armando Novoa a propósito de los comentarios de Andrés Oppenhaimer.

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