El único intensivista de la Clínica Adela de Char relata en este desgarrador video que con la amenaza que recibió, en forma de corona mortuoria en su hospital y en su casa, quieren responsabilizarlo de la muerte de una paciente. El médico no disimula sus sentimientos al reconocer que su vocación es la de salvar vidas y que eso ha intentado hacer en estos meses en uno de los lugares más complicado del país, en el municipio de Soledad. Allí hay 1.974 contagiados y 47 fallecidos por COVID-19.
José Julián Buelvas, que se formó en la Universidad Metropolitana de Barranquilla y hace un año trabaja en la clínica, teme estar al borde de abandonar su gran pasión: salvar vidas. Ahora tiene en su manos la atención de los paciente de coronavirus, que llenan este centro médico en el barrio Manuela Beltrán. Si él no vuelve, posiblemente la vida de los enfermos pueda estar en más riesgo. En manos de Buelvas está la coordinación del equipo de la primera línea de combate.
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