Ahora que el fiscal general de la Nación, Francisco Roberto Barbosa Delgado, ese portento de jurista y eximio conocedor del derecho, acaba de anunciarle al país con bombo y platillos una medida de alcances insospechados, la misma que muchos conocedores calificaron como aberrante, considero prematuro señalar que, aparte de ser un acto de lambonería política, no deja de ser una muestra de cómo muchos de nosotros nos creemos ser los inventores de la rueda, cuando a estas alturas lo que debemos ocuparnos es de conocer de dónde nos frenamos.
Pues bien, a la Bella le tocó hacer este sábado un rápido y profundo allanamiento a los textos viejos que hemos compartido y, oh, sorpresa, se encontró con este que nada tiene que ver con asuntos políticos, y más bien es una elegía a una obra de infraestructura que es punto de referencia y de encuentro para los habitantes de El Bagre, y mientras conocemos el fondo de la investigación, nos dimos el ancho para leerlo de nuevo, dice así:
“Para construir la mole de concreto y acero que pesa 10 mil toneladas, que cruza de lado a lado los 368 metros del majestuoso río Nechí, que se necesitan 573 pasos para ir de una orilla a la otra, que en su parte más alta se eleva 14 metros al nivel del cauce y que es el sitio obligado por excelencia como centro turístico de El Bagre, fue necesario que transcurrieran un año, siete meses y once días con sus noches, para convertir en realidad una quimera que comenzó a dar vueltas y revueltas desde el siglo pasado.-
Se trata del puente “La Libertad”, construido bajo el modelo de voladizos sucesivos, una técnica novedosa para el momento, motivo por el cual fue preciso utilizar dos armatostes conocidos en la Ingeniería como carros de avance, traídos de Tailandia y de España, con un peso de 60 toneladas cada uno, cuyo oficio fue el de transportar, paso a paso, los tableros que lo componen; así como la construcción de un teleférico, instalar dos torres y un malacate, a pesar de que esta máquina se encuentra en peligro de extinción, por decirlo de una manera menos dolorosa.-
Aunque a simple vista no se ven, el puente tiene en su interior 716 toneladas de acero de refuerzo, y por tratarse de una estructura postensada, tiene otras 700 toneladas de acero en cable, además del material triturado y agregados en cantidades alarmantes, que suman los 4 mil 500 metros cúbicos de arena, 2 mil 700 de triturado de media y 2 mil 600 de tres cuartos, utilizados para producir el concreto que fue hecho en la planta instalada a pocos metros de la obra.-
Según el Ingeniero Christian Acosta Castro, el puente es hueco o aligerado con el fin de disminuir su peso y dejarle ese trabajo al acero.- Las bases que lo sostienen son cilíndricas y se hunden bajo el lecho del río a una profundidad de 25 metros con sus dos metros de circunferencia en todos sus seis apoyos.- Cuando se comenzó a excavar, en el lado de Buenos Aires, los obreros y los mismos ingenieros se llevaron una sorpresa al encontrar, a 18 metros de profundidad, unos árboles inmensos en estado de petrificación, cuya edad está muy cercana a la misma creación, hecho que produjo el primer retraso de la obra en por lo menos dos semanas. Sin embargo, unos metros más allá, en el segundo pilote, la sorpresa la dio una gigantesca bolsa que contenía basura de toda clase, sin saber ni cómo ni quién la llevó allí.-
Entre tanto, en la mitad del río, la situación fue a otro precio porque allí se encontró un material oscuro muy rico en oro, conocido por los mineros como “jagua”, y por eso muchos trabajadores sacaron esta arena y por poco renuncian para ocuparse en la tarea de la minería, quizá con mayor futuro que la que tenían asignada.- Pero como el río es caprichoso, un mediodía, en pleno furor del trabajo, se presentó una creciente súbita que produjo la peor crisis de nervios que se vivió en todo el proceso, porque dentro de la formaleta de los pilotes se encontraban varios obreros y hubo necesidad de utilizar las canastillas del malacate para evacuarlos, cuya lentitud en el proceso hizo aumentar el pánico, que por fortuna fue breve y aquel incidente no pasó a mayores.-
Si bien la obra es el producto del ingenio humano, merecen capítulo aparte quienes participaron en su construcción: el ingeniero director, un residente de obra, uno de calidad, uno de seguridad industrial, el de salud ocupacional, de talento humano, un administrador, un almacenista, un maestro general de obra, dos contramaestros; y por cada maestro de obra, cuatro oficiales y por cada oficial tres ayudantes; un laboratorista, un plantero para la producción del concreto, un operador del malacate, que hubo que rastrearlo por todo el país y sacarlo con una soga desde el sitio en donde se encontraba por la sencilla razón que de esos aparatos quedan pocos en el mundo y por tanto los “malacateros” también escasean.
La construcción de esta joya de la ingeniería colombiana comenzó el viernes 19 de diciembre del 2008 y concluyó en las horas de la mañana del miércoles 30 de junio del 2010, y comenzó a utilizarse, de manera no oficial, el viernes 16 de julio cuando la feligresía acompañó la procesión en homenaje a Nuestra Señora la Virgen del Carmen, luego de haber sorteado algunos inconvenientes con el Ingeniero Acosta Castro, quien hizo todos los esfuerzos para que “su” puente no fuera a ser objeto de desmanes, cosa que no ocurrió, para bien de todos.
Fue inaugurado el viernes 8 de octubre del 2010, y para ello se hizo presente el entonces gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos Botero, quien acompañó a la comunidad de El Bagre en la administración de Gumercindo Flórez Mendoza, con lo cual se comenzó a sembrar una semilla que poco a poco empieza a mostrar, de manera muy tímida, es cierto, pero con mucho dinamismo, en lo que se podrá convertir esta cabecera a la vuelta de pocos años.
De manera que este recién nacido ya hace parte de la historia nuestra, y es un deleite ver pasar, pasar y pasar gente de un lado a otro y carros y mulas y carrotanques y carretillas llenas de progreso, por su tablero de 10 de metros de ancho, una calzada útil de 8 metros con 60 centímetros y un andén peatonal de un metro con 20 centímetros.- Así sea.
