En la ilusoria narrativa de la campaña Quintero buscó posicionar su imagen como un candidato independiente, sin partidos o jefes políticos. Aunque ese leitmotiv fue efectivo y mucha gente votó por él creyendo en su cacareada independencia de las castas políticas tradicionales y corruptas que han gobernado Antioquia, esa ilusión se debió haber caído tras el respaldo de los equipos de Aníbal Gaviria (político tradicional y privatizador según decía el mismo Quintero en campaña) dos días antes de las elecciones; fue en una reunión coordinada por Juan Pablo Ramírez (su actual secretario de Participación) y de la cual un candidato que fue muy activo en redes no hizo la más mínima referencia. ¿Se le pasó por alto a Quintero trinar sobre esa importante reunión (donde se echó un discurso)? Tras llegar a la alcaldía muchos de esos sectores se han logrado acomodar en la administración en lo que es un abierto cogobierno con la clase política tradicional. A continuación, presento un avance de la radiografía del poder detrás de Daniel Quintero.
Liberalismo: excongresistas, ilustres quemados y un senador “poderoso”
El caso más evidente es el de Óscar Hurtado, exrepresentante liberal que en las pasadas elecciones apoyó varios candidatos del cuestionado equipo liberal de Envigado (con tres exalcaldes procesados por corrupción). En la jerarquía de la alcaldía Hurtado es uno de los secretarios con más poder y en la práctica es intocable. Lo anterior al punto de que Quintero no se ha pronunciado sobre los escándalos en los que se ha visto envuelto en las últimas semanas. Hurtado está vinculado al liberalismo de Envigado y es cercano al representante Julián Peinado. Los otros liberales con juego en su administración son Carlos “Flaco” Mejía y Andrés Mesa.
El primero es un ilustre quemado (ha perdido tres elecciones en línea) y forma parte de la tendencia liberal de Eugenio Prieto (exdirector del Área Metropolitana que convirtió esa entidad en su fortín clientelar). Además, está gerenciando las terminales (¿volverá al ruedo electoral en 2022?). El segundo es un abogado que en las pasadas elecciones aspiró a la asamblea a nombre del grupo liberal de Bernardo Guerra Serna (con un proceso judicial abierto por tráfico de influencias) y actualmente es asesor jurídico de la Secretaria de Salud (donde dice ser técnico y no político).
Sin embargo, el caso más inquietante es el del senador Iván Darío Agudelo, amigo íntimo de Quintero y a quien subió a la tarima en su discurso de la victoria. No es claro el nivel de incidencia que tiene en la administración y del cual dependería para reelegirse en el Senado en 2022, ya que rompió relaciones con el equipo liberal de la Universidad de Medellín que lo llevó a ese cargo en 2018. Por otro lado, Alexis Mejía, excandidato al Concejo, es subsecretario de Participación Ciudadana, bajo la dirección de Juan Pablo Ramírez, quien lo apoyó en su salto de la Cámara al Senado. ¿Qué otro poder tiene Agudelo en la alcaldía? Se rumora que es un gran poder “detrás del poder”.
Conservadores: disidente de un cacique poderoso y un clan cuestionado
En Itagüi, municipio ubicado al sur del Valle de Aburrá, reina un cacique que ha puesto los dos últimos alcaldes. Se trata de Carlos Andrés Trujillo, actual senador por el Partido Conservador, quien tiene la mirada puesta en la gobernación. El poder de Trujillo en Itagüi es casi hegemónico y es tal vez uno de los políticos con más crecimiento electoral en Antioquia. En la Fiscalía duermen el sueño de los justos varios procesos en su contra. Según denuncia radicada ante la Procuraduría por la Veeduría de Transparencia y Anticorrupción, un antiguo exalcalde de su cuerda, León Mario Bedoya, tiene participación directa con su cuñada en la Secretaria de Infraestructura y en el área metropolitana.
Aunque no es claro si en las pasadas elecciones el sector conservador del clan Suárez Mira apoyó a Quintero, con la reciente denuncia de favorecimiento a la entidad sin ánimo de lucro Corporación Colombia Avanza con contratos multimillonarios (uno de esos es el que tiene a Quintero enredado con la Contraloría General), cuyo representante legal es Henry Gómez, quien fuera concejal en Bello a nombre de un sector afín al suarismo, se podría confirmar la existencia de un vaso comunicante. Según denuncias públicas, Gómez fue cercano a la campaña y apoyó en temas logísticos, refrigerios y actividades públicas, es decir, fue un aportante de la campaña. A los pocos meses de concluida la campaña, su corporación se vio favorecida con contratos multimillonarios.
¿Independientes y verdes?
Seguir mapeando el poder político que gobierna con Quintero más allá de los partidos tradicionales permitiría encontrar más afinidades y casualidades. Por el momento, no es claro cómo otros sectores tienen juego, pero desde ya se está hablando de un reacomodo en la administración con la intención de favorecer la aspiración al Senado de Miguel Quintero, hermano del alcalde y quien fue concejal de Medellín avalado por Alianza Verde entre 2012 y 2015 (y uno de los mayores opositores a Aníbal Gaviria). De Miguel se dice que quiere volver a la política y por lo alto, con una aspiración al Senado por Alianza Verde, ¿lo favorecerá la posición de su hermano? Dado que tras su salida del Concejo se desactivó de la política electoral (trabajó en la gobernación de Luis Pérez), no es claro cuál plataforma electoral podrá sustentar su eventual aspiración. ¿Será qué Daniel se quedará quieto en una elección al Congreso donde podrá elevar su corriente Independientes a movimiento político nacional? Amanecerá y veremos, dijo Santrich.