En la actualidad, la minería, más que una oportunidad laboral para los habitantes del país y una forma de luchar contra la pobreza y buscar nuevas alternativas de vida, se ha convertido, en muchos casos, en un tema de debate y en el sinónimo más apropiado para el desplazamiento, la desaparición de ciertas actividades que hacen parte de la tradición cultural de las comunidades, el deterioro de la tierra, y cómo no, el hecho de que los ríos y el agua, que pertenecieron a los habitantes de ciertos territorios durante toda su existencia, pasen a ser de uso privado exclusivo de la actividad minera.
Situaciones y problemáticas como las mencionadas anteriormente, no son difíciles de encontrar en múltiples regiones de Colombia: Cesar, Antioquia, el Chocó, por mencionar algunas pocas, en las cuales las poblaciones indígenas, y algunas de sus tradiciones, están siendo afectadas, incluso con posibilidades de desaparecer. Porque finalmente, lo que hace posible que un pueblo, una región o una comunidad logre identidad, está ligado con la tierra y los recursos naturales, que están siendo arrasados con la minería.
Sin embargo, en este sentido, lo que hoy más preocupa es la situación de desplazamiento en la cual se encuentran los campesinos que se han visto obligados a cambiar el Cañón del Cauca por el coliseo de la universidad, debido al megaproyecto Hidroituango que se está construyendo en estos momentos y que afectará al norte y occidente de Antioquia: Sabanalarga, Peque, Liborina, Valdivia, Briceño, Toledo, Ituango y San Andrés de Cuerquia.
La construcción de Hidroituango comenzó en 2010 y se espera que esté totalmente terminada para el 2018. Tanto la Gobernación de Antioquia como EPM (Empresas Públicas de Medellín), hacen frente al proyecto, y lo defienden diciendo que traerá grandes oportunidades laborales para las personas de las regiones involucradas, mejorando su calidad de vida.
Sin embargo, los campesinos, quienes se dedican al baraqueo, la mayoría no habiendo ejercido otro oficio diferente a ese en toda su vida, alegan que el proyecto solo les ha traído pobreza, pues la forma en la cual fueron despojados de sus tierras, ha sido la menos apropiada, inclusoafirman ellos mismos, se hizo de forma violenta.
¿Cuál es la tarea del Movimiento Ríos Vivos?
Ríos Vivos es un movimiento que lucha por los derechos de las poblaciones afectadas por distintos proyectos referentes a la minería. En el caso de la defensa de los afectados por el Proyecto Hidroituango, que hace parte de una iniciativa popular conformada por personas de las distintas regiones involucradas, lo que se busca es que se suspenda la licencia ambiental, conel fin de que se garantice que los habitantes podrán seguir con las actividades productivas.
Por otra parte, el movimiento busca que se le respeten las actividades que hacen parte de la cultura y las tradiciones propias de su región. Así mismo, resaltan la importancia de que el gobierno y los encargados de la construcción del proyecto, que no se vulneren los derechos fundamentales de los involucrados, siendo golpeados y desalojados de manera violenta.
Por todo lo anterior, Ríos Vivos, como forma de resistencia a las pocas oportunidades y garantías que presenta Hidroituango, decidieron apoyar a los campesinos en la decisión de trasladarse a la ciudad de Medellín a protestar y reclamar sus derechos.
¿Cómo fueron desplazados los campesinos?
Según los afectados, EPM y la Gobernación de Antioquia, realizaron un censo con el fin de brindarles garantías a las personas que ocuparan los territorios que se utilizarían en la construcción de Hidroituango; sin embargo, solo fueron censados algunos de ellos, y el resto de la población, que no aparecía con derecho sobre la tenencia de la tierra, fue atacada por es SMAD, la policía, arrojando sus pertenencias al río y destruyendo sus casas.
En un foro que se realizó en la Universidad de Antioquia, con el fin de que los afectados fueran escuchados, algunos afirmaron que el día 26 de diciembre de 2011, mientras hacían sus labores diarias en el río, es decir, el barequeo, llegó un grupo conformado por el ejército, el SMAD y la personera del municipio de Briceño, y sin ninguna explicación, les dijeron que debían desalojar su sitio de trabajo.
En el mismo foro, algunos campesinos afirmaron que al resistirse ante las medidas violentas de desalojo, a muchos los hicieron pasar por guerrilleros, por lo que tuvieron que pasar una temporada en la cárcel.
El barequeo, tradición ancestral
El barequeo es una de las actividades con más valor tradicional y de mayor peso cultural, en los territorios que comprende el proyecto Hidroituango; su práctica es una herencia de generaciones atrás, que surgió a partir de la necesidad de encontrar sustento económico, después de que la agricultura dejó de ser tan rentable como lo fue en otros tiempos. Es así, como la mayoría de los campesinos que no se dedican a cultivar, han adoptado esta alternativa de trabajo como la única y más importante para su día a día.
Es por esto que para los habitantes de las zonas involucradas en el proyecto, la mayor preocupación es el deterioro de sus costumbres y de las formas de vida que han construido a partir de esta actividad, ya que la elaboración de la Hidroeléctrica explotará y ocupará su territorio para otra clase de beneficios, en los que no será importante el barequeo como tradición.
Otro elemento que resaltan los afectados es que no se les brindan otras alternativas laborales que puedan garantizar las buenas condiciones en las que vivían gracias al barequeo. De igual forma, afirman que desde niños se han dedicado a esta actividad, por lo que se les hace muy complicado desempeñar otro tipo de oficio.