Para muchos, para millones, Andrés Parra nunca podrá superar su actuación en El patrón del mal. Sólo sus amigos más cercanos pueden saber cuantos millones rechazó para seguir interpretando a Pablo Escobar. Peligroso juego ese del encasillamiento pero, en una profesión tan incierta como la actuación a veces es una bendición. Pero Andrés Parra está hecho de otro material y por eso no le tiene miedo a los riesgos. Hace rato consiguió matar a su Escobar y se fundió de lleno en creación de otros papeles igual o más exigentes. Nada más ver como ha sido su cambio físico, a punta de bicicleta, de subir puertos de montaña, acabó su panza y salió el hombre que vivía dentro de él.
Ahora, después del impresionante éxito que ha tenido El presidente, la serie de Pablo Larraín, el prestigioso cineasta chileno, y que se exhibe en Amazon, Andrés Parra no para en su honestidad y con hilo de twitter él mismo cuenta todo lo que tuvo que sufrir antes de alcanzar la fama: