En esta cuarentena me he dado a la tarea de analizar los memes y los mensajes en redes que me llegan, la mayoría de repudio y crítica política. Pero no deja de causarme risa, por decir lo menos, que la mayoría son sólo seudo revolucionarios de redes sociales.
Unos son burócratas de nivel directivo o lo fueron, que mantienen o mantuvieron su cargo gracias a sus conexiones con los políticos que repudian virtualmente, tanto de derecha como de izquierda, (todos son clientelistas en el poder) al igual que muchos contratistas de prestación de servicios y trabajadores oficiales o rebeldes desempleados o empresarios en búsqueda de una oportunidad, pero a la hora del te sólo tilín tilín y nada de paletas como dice el adagio popular.
Ni que decir de muchos periodistas de nivel medio que para sobrevivir tienen que hacer alianzas clientelistas por debajo de la mesa para sobrevivir, sacrificando la información. La mayoría son voraces críticos, mientras no tienen esa posibilidad.
Todos los anteriores o la mayoría ven la posibilidad de ingreso, estabilidad, ascenso, de contratar con el estado, o de cualquier favor con el mismo en un político, porque ven que es la posibilidad más fácil, buscando solo su interés particular. En el fondo cohonestan y hacen parte del problema. A excepción y con la frente en alto de los que han ingresado por concurso de carrera administrativa al estado y los que tienen una ética y moral a toda prueba en los campos y roles que se desenvuelven.
De otra parte se les invita a estos personajes,o, convoca a una asamblea, marcha, mitin, o, protesta por los temas que tanto critican y se les extravía la animosidad seudo revolucionaria que expresan en las redes y que inundan nuestros correos. Y lo peor de todo, es que son los que votan por los mismos de siempre o no votan pensando que con ello se logra mucho. Esa hipocresía de los primeros y la pasividad de los segundos es potencialmente aprovechada por los corruptos para mantenerse en el poder.
Ojalá estos personajes aprovechen estos tiempos de cuarentena para que rectifiquen su doble discurso y tengan coherencia entre lo que escriben y hacen. Sólo así podremos tener los cambios que tanto claman en las redes sociales.