No hay manera de poner a los ricos en el mismo saco, así uno quiera hacerlo: Gustavo Bolivar, que se ganó la lotería del best seller, ahora que es un rico no lo voy a meter al mismo saco con Germán Vargas Lleras o Marta Lucía Ramírez.
Sorprende que un conocedor del marxismo olvide que lo importante no es el qué sino el cómo: lo qué hizo que una persona sea rica es un azar, cómo esa persona mantiene su riqueza no lo es.
Y en mantener la riqueza está el problema: hay personas qué no quieren esforzarse, que no quieren pagar nominas, que quieren tener grandes hectáreas de terrenos improductivos para vivir de rentas, que viven de puestos y contratos públicos obtenidos de manera amañada.
No puedo poner a estos ricos que viven de las tierras baldías, las rentas y el erario al nivel de los ricos que se han hecho a punta de trabajo, talento, producir empleos, y saber cómo no perder el dinero de manera honesta.
¿Qué se puede hacer contra este rico parásito qué con tanta astucia lleva poniendo año tras año presidentes, gobernadores, alcaldes, senadores de nuestro bolsillo? Usted senador Petro quiere darle más poder a lo público, nacionalizar sectores claves e impulsar sectores populares con esos puestos.
Eso no es solución, porque el rico parásito ha prosperado gracias a esos errores que han cometido algunos gobiernos: darle poder a lo público es darle poder al burócrata, y el burócrata es un animal dócil que jamás muerde la mano que le da de comer, porque para empezar ni siquiera sabe pensar.
¿Usted quiere acabar con el poder de esos ricos parásitos? La solución, paradójica, es: tiene que cultivar más ricos en todas las regiones del país. El peor enemigo de los ricos parásitos es el rico emprendedor, no el pobre que sale a protestar en un paro, más bien las protestas son una de las fuentes poderosas de energía del rico parásito.
Crear pequeñas redes de emprendedores de manera descentralizada por regiones en el país, ese es el terror de los burócratas y ricos parásitos: ellos prefieren verlos agremiados, o convertidos en grandes corporaciones.
Los burócratas le hacen la guerra día a día al emprendedor: le ponen impuestos en proporción más altos a los pequeños que a los grandes, viven de sonsacarles con multas y medidas arbitrarias, pagos a 60 y 120 días, los burócratas bancarios viven de quitarles sus pocas utilidades, les niegan acceso a carreteras, a puentes, a obras de calidad.
Los pobres no son enemigos de estos ricos parásitos, total a la larga los recompensan con cualquier cosa y ellos se mantendrán contentos, el que poco tiene poco anhela.
En cambio una red descentralizada de emprendimientos sería mortal para los ricos parásitos: estos emprendedores comenzarían a ser poderosos sin ayuda del estado, empezarían a cortarle las alas a la corrupción, habría mejor manejo y mayor control del manejo de recursos.
Entonces, senador Petro, el tema de ricos versus pobres ya está muerto y enterrado. Si seguimos con ese cuento, el rico parásito seguirá gobernando otros dos siglos en nuestro país.
El rico parásito se ve reflejado en personajes "libertarios" como María Fernanda Cabal, señora que llama libre mercado bajarle impuestos a las grandes corporaciones y a los terratenientes: demuestra que no saben ni donde están parados estos "libertarios".
A los que hay que bajarles impuestos son a los pequeños y medianos empresarios, al pequeño ni se le debería cobrar impuestos. Una Cabal no apoyaría esto jamás, porque ella en su instinto de supervivencia sabe que esto es abrirle la puerta a un mayor control a las riquezas de su marido y sus amigos. Y si algún día ella apoya esta iniciativa lo haría bajo condición de que a los más ricos también les aplique, o sea en las mismas quedamos.
Senador Petro, su posición además de errada es peligrosa y lo único que ha logrado es darle más fuerza al rico parásito, que es el que hay que acabar. Espero que rectifique algún día.